La inquietud reina actualmente entre los vecinos de la parroquia estradense de Paradela, como consecuencia de una gran oleada de sucesivos asaltos a viviendas o cobertizos anexos que se saldan con puertas y ventanas forzadas así como con la sustracción de comida, fundamentalmente congelada y en conserva.
Así se lo aseguraron ayer a esta Redacción fuentes vecinales, que también explicaron que en la última semana se han producido varios de estos asaltos. En concreto,indicaron que a finales de la pasada semana fueron asaltadas varias viviendas del lugar de Aldea Grande. De una de ellas, el ladrón se llevó una carretilla así como carne que los propietarios del inmueble tenían en su congelador. Pero es que coinciendo con este asalto también sufrieron robos en sus respectivos congeladores otras dos viviendas del lugar. En ambos casos, el botín que se llevó el asaltante también consistía en carne que los vecinos tenían acumulada para el consumo familiar.
Pero no fueron estos los últimos asaltos a inmuebles perpetrados en la parroquia de Paradela. A principios de semana fue objeto de otro asalto el local social sito en el lugar de Igrexa -la vieja escuela- en el que las mujeres de la parroquia suelen hacer sus actividades lúdicas y formativas. Presuntamente, el ladrón accedió al interior del inmueble por su parte posterior. Intentó forzar dos ventanas pero su excesiva altura motivó que finalmente forzase la más baja, entrando al edificio por el espacio acondicionado como baño masculino. Del congelador del local social sustrajo una bandeja de secreto de cerdo que a las mujeres de la parroquia les había sobrado de un curso anterior así como 6 latas de sardinas, carne congelada y calderilla. Incluso se llevó monedas falsas de una colección de prensa.
Estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Guardia Civil de A Estrada, cuyos efectivos se desplazaron hasta Paradela para buscar indicios que le permitan esclarecer lo ocurrido y poner fin a una situación que está causando mucha inquietud vecinal.
Según los vecinos, llueve sobre mojado. No son los primeros asaltos a viviendas que se registran en las últimas semanas e incluso meses en la parroquia. Ya en verano sufrieron robos de comida. Incluso se produjo el robo de un bolso del interior de un vehículo mientras que su propietaria asistía a la misa. Los lugareños confiesan que viven "con el corazón en un puño". Piden celeridad a la Benemérita para esclarecer estos robos y devolverles la tranquilidad que han perdido.
