Después de que vecinos y estudiosos del patrimonio arqueológico de la comarca dieran la voz de alarma por los daños que presentaba una losa con grabados situada en la parroquia lalinense de Goiás, en la jornada de ayer procedían también a notificar al Concello este hallazgo con el fin de que mediase en su protección. Una notificación que consideran fundamental como paso inicial de cara a evitar la destrucción de la pieza. Pero que complementarán con la tramitación correspondiente a Patrimonio solicitando así su implicación en el proceso de conservación de la misma.
La losa está situada en una zona conocida como Fonte Tourón y forma parte de un conjunto tumular conocido como Campo de Mato o de Malato. La piedra, con diversos gravados y que constituye una pieza clave de una de las mámoas localizadas en la zona, fue arrastrada, enlos últimos días, varios metros de su antigua posición. Un cambio que ocasionó marcas en la losa provocadas por la maquinaria empleada. Además, el traslado de esta pieza puso en alerta a los especialista que decidieron notificarlo para preservarla ante la posibilidad que se transportase a otra zona o incluso se llegase a destruir. "Somos un grupo de aficionados a realizar salidas centradas en el patrimonio rupestre de la zona, ya hacía días que pensábamos pasar por allí y cuando lo hicimos descubrimos que había sido movida", explicaba ayer Javier López Cuiña, uno de los descubridores.
Desde el Concello, el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, barajaba, al igual que los expertos implicados, solicitar a Patrimonio el traslado de la losa al Centro de Interpretación da Cultura Castrexa, situado en el Pazo de Liñares para su conservación. Destacan la idoneidad de este complejo aunque supeditan el traslado a la decisión del departamento de Patrimonio.
La losa fue catalogada en 2009 tras un estudio realizado por el Laboratorio de Patrimonio, Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento del CSIC previo a la instalación de una Línea de Media Tensión entre Lalín y Agolada. En su momento, el documento recogía que se trataba de un losa con gravados que indicaban que podría pertenecer a un monumento megalítico. Desde la consellería de Cultura habían incluso iniciado los trámites para el traslado al Museo Provincial de Pontevedra de estos restos para garantizar su conservación. Una propuesta que quedó aplazada por la falta de financiación para acometer el traslado, como reconocen algunos de los expertos al tanto de estas gestiones.
Pero además, el cambio de ubicación de la losa en los últimos días propició el hallazgo de otros detalles rupestres que se encontraban en la cara oculta de la misma, sobre la que se encontraba asentada ésta. Precisamente, el estudio del CSIC que da cuenta de la misma no recoge la existencia de estos símbolos megalíticos, que en opinión de los expertos concederían un mayor valor a los restos. Asimismo, algunas de las voces expertas en patrimonio de la zona como el geógrafo e investigador Antonio Presas abogan por elaborar un estudio más amplio que abarque un conjunto de losas que se ubican a pocos metros y que podrían formar parte de otras mámoas destruidas hace años.
