La Casa da Cultura de Silleda recibirá este jueves la visita de un controvertido personaje. El horticultor y activista catalán Josep Pàmies ofrecerá una charla titulada "Recobrar la salud con plantas medicinales" en una sesión que dará comienzo a las 20.30 horas organizada por la Asociación de Hostaleiros de Trasdeza (Ahostras) en colaboración con el Concello. Reivindicar el uso como medicamento del dióxido de cloro para infinidad de enfermedades graves a un precio ridículo o plantar marihuana para uso terapéutico son algunas de las recomendaciones de un hombre que no ha dudado llamar indecente a una organización de tan rabiosa actualidad como la OMS.
-¿En que va a centrar su charla de Silleda, que se enmarca en los habituales circuitos que suele realizar por toda España?
-En todas partes hay un tema central: Recobrar la salud a través de la alimentación porque de lo que se trata es de no enfermar. Hay que tener en cuenta que la mayoría de la actual alimentación no sirve para el consumo humano. La mayoría de las enfermedades están causadas por este tipo de alimentos tan perjudiciales y a los que parece que no se le hacen caso.
-¿Qué le parece que haya gente que lo califique como un charlatán e incluso un farsante cada vez que realiza sus atrevidas propuestas?
-He aprendido a que no me afecten en absoluto. Lo que propongo en mis charlas es muy sencillo, así que me acusen de lo que quieran porque yo no estoy aquí para vender humo. La sociedad tiene que despertar porque está todo estudiado y no sólo existen la experiencia de las brujas, los curanderos o las abuelas. Estoy convencido de que todo va a cambiar muy rápido. Y la sociedad civil tiene que ser valiente para que los médicos puedan hacer su trabajo al frente de la sanidad pública.
-¿Y qué propone usted como activista y horticultor?
-Como te decía, propongo algo tan sencillo como la agricultura ecológica, la de proximidad, con alimentos sencillos y, por cierto, Galicia es un paraíso en este sentido.
-Usted habla de que son curables enfermedades como el cáncer y el SIDA con este tipo de alimentación, ¿no le parece demasiado aventurado afirmar algo así?
-Es que un noventa por ciento de las enfermedades son curables, a no ser que se encuentren en un estado muy avanzado o que aparezcan por un componente genético. A pesar de los grandes laboratorios y las facultades de medicina, la sociedad no avanza en lo que a la salud se refiere.
-Ya, pero hablar de la curación total del cáncer...
-El cáncer no es una enfermedad. El tumor no es el cáncer, es la situación que vives la que hace que cambies el tumor. Para la curación del cáncer hay plantas adecuadas. Lo que pasa es que de esto ni se habla ni se enseña porque no interesa. Date cuenta de que no se pueden patentar los extractos naturales ni las moléculas orgánicas, y ahí está la clave de esta cuestión. Resulta extraño que sean tan sólo diez o doce industrias farmacéuticas las que tienen el control de la vida, desde las semillas que plantamos, los abonos y pesticidas que usamos para que se desarrollen, los alimentos y también los medicamentos que nos recetan. Algunos médicos nos recetan por desconocimiento, se dedican a repetir lo que les han enseñado y otros por miedo a enfrentarse al sistema. Es extraño.
-¿Por qué esa defensa a ultranza de las bondades de la Stevia Rebaudiana, una de sus favoritas?
- Se trata de endulzante natural que ayudaría a regular la diabetes, la hipertensión y el colesterol, entre otras enfermedades que todos conocemos. Porque, como siempre digo, no olvides que prohiben lo que cura y permiten lo que mata.
