Fue un día como el de hoy. Pasaban de las 12.45 horas cuando un gran estruendo sorprendió a quienes aquella lluviosa y ventosa mañana transitaban por las inmediaciones de la entonces Plaza de Abastos de A Estrada, hoy bautizada como Novo Mercado. Parte de una fachada lateral de este edificio, en pleno proceso de reforma, se desplomó sobre la cubierta de un inmueble anexo, dejando destrozado el pub Seven. Quiso la suerte que el establecimiento hostelero, por estar vinculado a la movida nocturna, se encontrase cerrado y vacío. Su interior estaba preparado para la celebración de Halloween. Transcurridos dos años, el "terror" de aquel día todavía persigue a los titulares del negocio, que continúan sin percibir una indemnización por los daños causados.

En un escrito de la abogada que representa a la titular de este establecimiento hostelero situado en el número 6 de la calle Padrón se precisó ayer el estado en que se encuentra el procedimiento judicial. Se subraya que el pub Seven quedó el 1 de noviembre de 2013 totalmente destrozado por el desplome de esta pared del mercado municipal sobre su cubierta. El suceso ocasionó la paralización del negocio. Estuvo cerrado, según se concretó en su momento, un mes y 20 días, pese a los intentos de los propietarios de volver a abrir las puertas con prontitud, habida cuenta de que aquel mes de noviembre tenían previsto celebrar el décimo aniversario del pub y habían programado varias fiestas para diferentes fines de semana.

A través del documento remitido ayer la propietaria del establecimiento manifiesta que, pese a que en un primer momento desde el Concello se le trasladó apoyo, este terminó siendo "únicamente verbal", pues, pese a que ya transcurrieron dos años, la titular de este negocio no ha percibido todavía indemnización alguna por todos los daños e incomodidades que para la actividad de su local generó el desplome de una obra ejecutada en un edificio municipal.

En cambio, esta empresaria estradense sí tuvo que asumir las obras de reparación del Seven, una rehabilitación que únicamente pudo practicar de modo parcial, en vista de los elevados costes que supondría una reparación total. Es más, en estos momentos reconoce que todavía tiene pendientes de abonar algunas facturas vinculadas a esta reparación por falta de liquidez.

Después de que esta parte de la plaza se desplomase sobre su negocio, la propietaria presentó una reclamación patrimonial ante el Concello de A Estrada, que fue admitida a trámite. Ayer se puntualizó que esta fue "la única actividad llevada a cabo por parte del Concello" y se añade: "incumpliendo la obligación de resolver, legalmente prevista al tratarse de un órgano administrativo".

Para seguir adelante con su reclamación, esta estradense resolvió acudir a la vía judicial, presentando un contencioso-administrativo y dirigiendo esta acción -el procedimiento está actualmente en curso- contra todos los intervinientes en la obra, desde el propio Concello a las empresas vinculadas a la ejecución de la obra.

En la jornada de ayer se destacó que, después de dos años, todo lo sufrido por esta ciudadana en su actividad económica continúa sin recibir compensación. "Y los intervinientes y responsables de las obras ejecutadas contestan a la demanda interpuesta alegando la falta de responsabilidad e imputando la misma al resto de los implicados". "El Concello de A Estrada ni siquiera ha contestado a la demanda", se añade.

Con el procedimiento judicial en marcha, a día de hoy se espera que se señale fecha para la práctica de prueba y conclusiones. El optimismo escasea en este caso, aguardando que muy probablemente no pueda verse resuelto en lo que queda de año. Durante su espera, la plaza ha podido acabarse e inaugurarse hace meses.