El gobierno del Partido Popular tendrá que tirar el próximo jueves de mayoría absoluta si quiere sacar adelante la expropiación de terrenos para ampliar la alameda municipal. Los tres grupos que integran la oposición municipal -PSOE, Móvete y BNG- se negaron en la comisión de Urbanismo a respaldar el proyecto, al que se destinarán 1,6 millones de euros para hacerse con seis fincas pertenecientes a cuatro propietarios. Con ello se pretende expandir los jardines hasta la calle Castelao. En líneas generales, la oposición cree que este no es el momento oportuno para esta apuesta, aboga por priorizar otras inversiones y augura que el posible recurso al justiprecio de los propietarios de los terrenos terminará elevando considerablemente el coste de esta expropiación.

"A Estrada tiene otras necesidades y prioridades que no son hacer una plaza de hormigón en la alameda", dijo la portavoz del PSOE, Belén Louzao, subrayando que el único proyecto del Partido Popular conocido para esta ampliación de la alameda es el que presentó en las elecciones municipales de 2011, consistente en la creación de una plaza pública en este espacio.

Los socialistas discrepan con la selección de prioridades del gobierno y defienden que, a día de hoy, "la primera preocupación de los ciudadanos es el desempleo". En esta línea, cree el PSOE que se deben priorizar actuaciones que atraigan empresas al municipio. Por ello, apuesta por destinar los fondos reservados a la expropiación de estos terrenos a iniciar una ampliación pública del polígono industrial de Toedo. Subrayó Louzao que esta expansión del parque empresarial -consciente de que el desarrollo requiere una potente inversión- podría impulsarse por fases.

Además, el principal grupo de la oposición municipal subraya que la expropiación precisa para ampliar la alameda se cifra en 1,5 millones y que, en cambio, en el PXOM, su coste se calcula en 2,2. Recuerda el PSOE que en relación a estos terrenos hay una reclamación patrimonial pendiente de resolver y augura que un posible recurso al justiprecio podría elevar considerablemente el coste de la operación.

Un aspecto en el que coincidieron varios grupos de la oposición fue en señalar que la negociación que el gobierno estableció con los propietarios se limitó, en esencia, a informarles de la intención de expropiar, obteniendo como respuesta que las cifras que se barajan están muy lejos de las estimaciones de los dueños de los terrenos.

La portavoz de Movemento Veciñal Estradense (Móvete), Mar Blanco, reconoció que a este grupo le gustaría que A Estrada tuviese "una alameda más grande, más verde y con más y mejores equipamientos para los niños". No obstante, considera que este no es el momento para realizar esta inversión. Apuntó que el gobierno no presentó un proyecto en el que se recoja qué es lo que quiere hacer exactamente en los terrenos que se tiene previsto expropiar y echa también en falta la presentación de "un presupuesto real de lo que va a costar la expropiación de los terrenos, teniendo en cuenta que los propietarios van a recurrir al justiprecio". "Tampoco presentó, porque no existe, un presupuesto del coste preciso para acondicionar estos terrenos una vez expropiados", señaló la edil. "No podemos apoyar una expropiación sin realmente saber la finalidad concreta ni cuánto dinero costará a los estradenses", dijo Mar Blanco. Cree que el ejecutivo local debe presentar un proyecto aclarando estos aspectos para, seguidamente, someterlo a una consulta popular y que sean los vecinos quienes decidan si este es el momento de hacer esta inversión.

Finalmente, el grupo municipal del BNG entiende que este no es el momento oportuno para apostar por la ampliación de la alameda. Su portavoz, Xosé Magariños, aludió a que el gobierno se escuda en que en los años 90 había un respaldo unánime a esta actuación y subraya que las circunstancias económicas y urbanísticas eran entonces muy distintas. Incidió Magariños que en que la tesitura económica actual es complicada y en que el PXOM permite en estos momentos diversificar las zonas verdes, sin concentrar todo el esfuerzo inversor en la alameda.

Los nacionalistas auguran también un recurso al justiprecio por parte de los propietarios y un notable incremento del precio de estos terrenos. "Va a dispararse el coste y el alcalde lo sabe", señalan. "No van a tener nuestro apoyo porque este no es el momento", avanzó Magariños, que señaló que el BNG apuesta por la ampliación del polígono o el diseño de otras zonas recogidas en el PXOM para diversificar las zonas verdes en el casco urbano.