Más de media docena de especialistas en patrimonio realizaron ayer una visita a la antigua Ponte Vilariño, sobre el río Arnego y que comunica los concellos de Lalín y Agolada. La expedición sirvió para mostrar sobre el terreno el estado actual del paso medieval al teniente alcalde de Lalín, Nicolás González Casares. Los expertos ya habían apuntado al responsable político su petición para recuperar el paso, considerado el más antiguo de la comarca, construida en el año 814.
Pero la recuperación deberá aún aguardar por el coste que supone la inversión, tal y como les explicó ayer Casares. Matizó que se trata de "un fin digno pero no prioritario" justificó ante los expertos dezanos. Si bien, con la visita pusieron de manifiesto su propuesta por consolidar los pilares que aún se conservan y construir un paso de madera. Además, el puente guarda como atractivo la inscripción en la que figura el año de su construcción. La zona, de muy difícil acceso, implica también llevar a cabo labores de desbroce. En la actualidad la limpieza de un tramo de monte por un tendido eléctrico ha propiciado de nuevo el acceso. En la zona de Lalín tendrían que desbrozar una superficie de cerca de 800 metros mientras que en la parte de Agolada serían 400. "Muy pocos vecinos habrán accedido a esta zona", explicaban ayer los promotores debido a la orografía del terreno y a la vegetación.
El yacimiento supondría incrementar la riqueza patrimonial de la comarca, además de ser usada tanto por senderistas, pescadores, ciclistas o cazadores. La recuperación de este paso supondría "vertebrar el río Arnego, que durante 8 kilómetros carece de otros pasos". Los expertos también apuestan por una reunión con el Concello de Agolada para abordar la puesta en valor de este puente medieval y la calzada adyacente.
