"Me tiré cinco meses con el local precintado y, evidentemente, no pude pagar los alquileres", se lamentaba ayer Rubén Colmeiro, gerente del Pub Varsovia, que tiene hasta hoy de fecha límite para abandonar su local en virtud de una orden de desahucio. Según indicó Colmeiro, uno de los dos dueños del bajo de la Rúa B donde se ubica el pub no se avino a razones provocando la expulsión del inquilino. "A uno de los dueños le propuse pagarle el desahucio e incluso un mes a mayores, el de julio, y su abogado y su procurador, con el que no tenía problema, pero el otro propietario me llegó a humillar por teléfono y me dijo que no quiere renovar el contrato", explicó Rubén Colmeiro mientras se afanaba en la mañana de ayer en la desmantelación de su local. Colmeiro tenía previsto entregar hoy las llaves del bajo en sede judicial y se volvió a lamentar ayer diciendo que "me quedo en la calle, pero conté con el apoyo del Concello, de hosteleros, amigos y clientes porque el local este año funcionó muy bien, sobre todo durante las fiestas".
Abuso de autoridad
Rubén Colmeiro cifra la inversión realizada en el Varsovia "en más de 30.000 euros y ahora queda el local vacío y a ver quién lo coge hoy en día". El gerente del conocido pub lalinense incidió en lo que considera abuso de autoridad por parte de los agentes de la Policía Judicial que registraron y precintaron el establecimiento. "Se llevaron las televisiones e incluso el dinero de la caja registradora que, por cierto, no me devolvieron", explica. También subrayó que "las televisiones estuvieron desde el 7 de marzo hasta el 23 de junio en el cuartel, ¿qué hacían allí?". Colmeiro asegura que "los agentes se burlaron y me humillaron, y nunca me enseñaron un orden judicial". El gerente del establecimiento indicó, por último, que con el cierre del Varsovia tendrá que despedir a unas siete personas que de forma eventual trabajaban en el local.
