Para historiadores y cronistas de la zona, la antigua Ponte Vilariño, en Agolada, constituye el puente medieval con más antigüedad de Deza. Construida sobre el río Arnego en el año 814, tal y como reza la inscripción que aún se conserva en uno de sus pilares, se convierte en un atractivo patrimonial más de la zona. Aunque en los últimos años su acceso resultaba impracticable debido a la vegetación que cubre el lugar, los trabajos de desbroce realizados por una compañía eléctrica en los últimos meses han vuelto a permitir el acceso al lugar, como también posibilitó en 2007 un fuego forestal.
En los últimos días, el cronista e investigador Daniel González Alén hacía referencia a la necesidad de recuperar este emblema patrimonial. Una reclamación que ya había impulsado en 2007 el historiador agoladense Manuel Busto y que retoma con el fin de aunar esfuerzos con un mismo fin: su recuperación y puesta en valor. En la actualidad solo se conservan parte de los pilares del puente. La propuesta pasa por construir una pasarela de madera que pueda permitir el paso y que, además, respecte la construcción original, que contaba también con una pasarela de madera. Argumentan que no se trata de una gran inversión pero que su recuperación destacaría no solo por la conservación del patrimonio sino que serviría como un atractivo más para los senderistas y la creación de una ruta por los márgenes del río Arnego y el sobreiral. Una zona también frecuentada por pescadores y cazadores que también aprovecharían el puente. Ambos expertos apuntan a que se trata más de una "cuestión de voluntad que de inversión".
En la jornada de hoy está previsto que miembros del ejecutivo lalinense realicen una visita a la zona para evaluar la viabilidad de la actuación, ya que el puente comunica los dos concellos. Pero además, la recuperación de la Ponte Vilariño tiene como atractivo que en la zona aún se conservan también restos de lo que podría catalogarse como una antigua calzada romana lo que incrementa el valor patrimonial del enclave natural.
