La serpiente de otoño en que se está convirtiendo la cada vez más probable entrada del BNG en el gobierno lalinense de Rafael Cuiña vivió ayer un nuevo episodio. Esta vez fue provocado por el propio alcalde, quien dio por hecho en una entrevista a un programa matinal de la Radio Galega que el Bloque entrará en el ejecutivo "en los próximos días". La afirmación de Cuiña en la radio se había producido al filo de las 9:30 horas. Sin embargo, al mediodía, el futuro edil nacionalista -tomará posesión en el pleno de este mes-, Francisco Vilariño, negaba la mayor y afirmaba que no había habido ningún contacto y que se pondría de inmediato en contacto con el regidor para demandarle explicaciones.

Hacia la una de la tarde, consciente del revuelo causado, fue el propio alcalde quien, en una comparecencia de prensa en el consistorio lalinense, quiso matizar sus palabras a la emisora autonómica. Dijo que su intención es "solicitar en los próximos días al BNG que entre en el gobierno". Relacionó su declaración a la radio con una conversación que había tenido la víspera -el martes- con el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, con quien mantiene una estrecha relación y con quien cierra filas en la procura de una candidatura unitaria gallega para las elecciones generales. "A Vence le gustaría [la entrada en el gobierno], pero el BNG decide en cada lugar", explicaba ayer el alcalde, al tiempo que reiteraba por enésima vez su deseo de conformar un cuatripartito. En cualquier caso, durante su comparecencia pública se mostró más cauto y no quiso entrar en más detalles ni valoraciones al respecto.

El invitado a pactar, por su parte, negaba ayer cualquier contacto con su "amigo Rafa": "En este día y a esta hora, no hay ninguna novedad", señalaba Vilariño al mediodía de ayer, al tiempo que mostraba cierto malestar por las manifestaciones del regidor. Hacia la una y media de la tarde, el líder de los nacionalistas lalinenses mantuvo una conversación telefónica con Rafael Cuiña, quien circunscribió sus palabras a la conversación que había tenido con Xavier Vence. Eso si, ni uno ni otro quisieron posteriormente efectuar ninguna valoración ni tampoco aclarar si habían fijado fecha para el comienzo de una negociación con vistas a la adhesión del BNG al pacto tripartito.