La imagen de los cazadores adiestrando sus perros fue una de las estampas que deparó la jornada inaugural de la temporada de caza menor en A Estrada. Los alrededor de 250 deportistas de la sociedad Río Ulla tienen este año vedada la caza de conejo, de modo que pueden entrenar a sus perros y levantar estas presas pero sin llegar a disparar. Lo que se persigue es que los 200 o 300 ejemplares que suelen cifrar cada temporada se queden este año en el monte y refuercen esta población de cara a las próximas campañas.

En todo caso, desde la entidad se indicó que "la gente salió toda" en esta primera sesión y se mataron algunos faisanes, perdices, zorros y jabalíes, además de algunas torcaces.

En el tecor de Castro un virus registrado durante el último mes exterminó a todos los conejos, de manera que el inicio de la campaña fue "flojo", según precisó José Antonio Maceira. Indicó que se movieron algunos jabalíes y consideró que este se presenta como "el peor de todos los años".

"Hoy mucha cosa no se vio", dijo ayer un integrante del tecor de Forcarei. Apunta que hay zonas en las que sí se ve conejo pero otras en las que no queda rastro de él. En todo caso, algunos deportistas se volvieron a casa con varios ejemplares y también lograron alguna que otra perdiz en una jornada meteorológicamente favorable para la caza, según precisan. Desde la sociedad cerdedense Javier Santos se muestra satisfecho con el arranque de la campaña, señalando que se vio bastante conejo y que "había buenos rastros". Apuntó también que "el jabalí ha descendido mucho en la zona".