Conservar la primera categoría municipal es una de las obsesiones del gobierno lalinense, que ha activado una campaña de empadronamiento con tal intención y que exhorta a los trabajadores del Concello a involucrarse en la misma. El alcalde advierte a los funcionarios y, sobre todo, al personal eventual de que hasta su puesto de trabajo puede estar en juego en caso de bajar de los 20.000 habitantes, amén de que el ayuntamiento perdería recursos externas y competencias a favor de otras administraciones.

Rafael Cuiña se declara "optimista" cuando se le pregunta -lo volvió a hacer ayer en una reunión, convocadas ex profeso, con la plantilla municipal-, pero rehúsa dar cifras sobre la situación actual del padrón. "Estamos en el límite del límite, entre 2.002 y 1.998, para que me entendáis", ironizó, al tiempo que apostillaba que "en cien personas puede estar el límite". "Que Lalín mantenga los 20.000 habitantes y, por tanto, la primera categoría, también depende de vosotros y de vuestro trabajo", expuso el regidor local, que estuvo acompañado por el teniente de alcalde, Nicolás González Casares, y por los responsables del padrón de habitantes, Hugo Facal y Ángeles Varela, a quienes agradeció su labor, aunque cortó al primero cuando quiso dar cifras.

El alcalde recordó a los empleados públicos presentes que perder la categoría supondría perder recursos procedentes de otras administraciones "e incluso puestos de trabajo". "Esto sería nefasto para Lalín, pero también tendría mucha repercusión para la casa en la que nos encontramos", declaró Cuiña, antes de pedirles su "compromiso" a la hora de "hacer todo lo posible para que aquellos a los que conocéis que viven en Lalín y, por muchas circunstancias, no están empadronados den un paso al frente y se empadronen antes de fin de año". Pretende mantener "cierto nivel de tensión" y que nadie baje la guardia en esta lucha. Quiere que el asunto se convierta en un "proceso viral": "Os pido que habléis con gente y que esa gente habla con otra hasta lograr el objetivo".

El regidor insistió, sin dar cifras, en que Lalín está "en el límite", y más teniendo en cuenta que el Instituto Nacional de Estadística (INE) suele rebajar bastante las previsiones municipales. Las últimas cifras oficiales que han transcendido corresponden al pasado mes de mayo: 20.008 habitantes había entonces en el padrón municipal, mientras que el INE rebajaba la cuantía a 19.918. Las proyecciones del mismo instituto situaban la población a 1 de enero de 2016 claramente por debajo de los 20.000, en concreto, en 19.882 personas.

En todo caso, Cuiña también indicó que dispone de "fórmulas" con las que revertir la situación, aunque no dio más pistas. Lo que si añadió, en tono jocoso, es que es partidario de "anexionar Dozón", porque "hay mucha gente que podía estar empadronada en Lalín, pero que están en Dozón por diferentes circunstancias". Así que "algo habrá que hacer a este respecto". No es la primera vez que se hace referencia a esta práctica de empadronamientos en el vecino municipio, que sale a la palestra con frecuencia en vísperas de elecciones locales.