Faltan veinte minutos para las once de la mañana. La alarma salta en la residencia de mayores de A Estrada, obligando a las palomas de la Praza do Mercado a levantar apresuradamente el vuelo. La insistencia del atronador sonido hace que los transeúntes comiencen a preguntarse qué sucede. En el interior del edificio, el director del centro descuelga el teléfono. Llama al 112 y da la alerta. El aviso queda registrado a las 10.47 horas. En cinco minutos los efectivos llegarán al lugar del suceso. A su alrededor todo parece real...pero no lo es.

Emerxencias de A Estrada, bomberos del parque intercomarcal, Urxencias Médicas 061 y Policía Local. Los mismos equipos y las mismas urgencias. Hay que prepararse desde la ficción para lo peor porque la realidad siempre está dispuesta a mostrar una cara más cruel.

El simulacro en este centro de mayores se programó ayer en el marco del plan de emergencias y autoprotección de estas instalaciones públicas. Consistió en escenificar un incendio en la segunda planta de este céntrico inmueble, en una de las habitaciones del ala izquierda y con una víctima atrapada. Solo los rostros relajados de los residentes en el momento de abandonar el centro mostraban ayer que lo que ocurría en la Praza do Mercado era únicamente un simulacro. La cara de los profesionales de emergencia y seguridad, marcada por el gesto de la premura y la precisión, hacía que más de un ciudadano detuviese la marcha para preguntar qué estaba sucediendo.

En base a las explicaciones ofrecidas por el coordinador del servicio municipal de Emerxencias, Carlos Faílde, el centro se evacuó en siete minutos y el tiempo de respuesta de los medios desde la comunicación del 112 fue de cinco. Hasta el punto se movilizaron tres camiones, dos ambulancias y un vehículo de rescate.

Después de que se acordonase la zona, el camión de bomberos desplegó su escalera de 32 metros para poder llegar a la segunda planta del edificio y liberar a la supuesta víctima, representada por un muñeco de gran tamaño. Se colocó sobre una camilla y, ya en tierra firme, fue conducido a una ambulancia.

No se pudo precisar el número de personas -varias de ellas con movilidad reducida- que fueron evacuadas. A los usuarios de estas instalaciones se unió también el personal del centro. Se indicó que la cifra depende del número de usuarios que en esos momentos estén en la residencia y también de los que acuden al centro social.