En la jornada de ayer cunicultores y representantes agrarios mantuvieron una reunión en el ministerio de Agricultura para abordar la crisis que arrastra este sector tras el desplome de los precios. Una situación que se prolonga desde hace más de un año y que obliga a los criadores a producir a pérdidas, con el precio de venta por debajo del de coste. El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, desgranó y evaluó el decálogo de medidas planteado desde el sindicato UPA-Unións Agrarias para atajar la problemática del sector.

El ministerio se comprometió, entre otras medidas, a fortalecer los contratos para ofrecer una mayor garantía a los productores, así como a garantizarles mejoras fiscales para que puedan hacer frente a los apuros económicos. Además se comprometió a efectuar un mayor control sobre las lonjas, acusadas directamente por los productores de manipular el precio de la carne de conejo a la baja. Incluso planteó un borrador del decreto para regular la organización de productores y abordó la necesidad de reforzar las exportaciones.

Pero para Unións estas medidas son insuficientes a corto plazo para atajar la crisis actual. Desde el ministerio no se autorizó una intervención directa como la que se pedía desde el sindicato. El secretario comarcal del sindicato, Román Santalla, insistió en que "se necesita una intervención directa, ante un mal funcionamiento del mercado". Reivindicó de nuevo un mayor control sobre industria y distribuidores ya que "siempre pagan las crisis los mismos: los ganaderos".

Está aún pendiente abordar con la consellería de Medio Rural esta situación. Una implicación que solicitan tanto los cunicultores como desde el propio ministerio.