Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La reorganización del ejecutivo lalinense

La buena sintonía entre Cuiña y Vence acerca al gobierno local a un BNG ya abierto al pacto

- "No han querido entablar negociación, pero siempre he dicho que me gustaría que entrasen", dice el alcalde - Vilariño admite que es una "ocasión única" y que sería un "órdago inaceptable" compartir oposición con el PP

Cuiña y Vilariño conversan durante una charla sobre nacionalismo en Lalín en septiembre. // Bernabé/Luismy

La puerta sigue abierta desde la misma noche del 24-M y la pelota está en el tejado del BNG. Es a los nacionalistas a quienes corresponde decidir si entran o no en el gobierno local. El relevo de Xosé Manuel López por Francisco Vilariño -que, previsiblemente, se consumará en el pleno de este mismo mes con la toma de posesión del exedil- favorece la negociación incluso en el ámbito personal, debido a la excelente relación que ha mantenido siempre con Rafael Cuiña. Este, como alcalde, no ha escatimado en guiños a los nacionalistas, sobre todo a raíz del retorno de Vilariño. Tampoco pasa desapercibida su buena sintonía con el portavoz nacional del Bloque, Xavier Vence, con quien colabora estrechamente en el intento de configurar una candidatura gallega única para las elecciones generales del 20-D.

"Los capotes que está echando [Cuiña] suman, claro", admiten voces autorizadas del Bloque Nacionalista Galego. De hecho, el asunto de la gobernabilidad en Lalín ha salido a colación en alguno de los encuentros entre Cuiña y Vence, aunque la decisión corresponde a la agrupación lalinense del Bloque. En este sentido, su concejal in pectore, Francisco Vilariño, asegura que, "de momento, no hay nada, no ha habido ninguna conversación". El líder nacionalista local reconoce que su buena relación con Cuiña puede dar pábulo a un acercamiento que, sin embargo, niega que se haya producido. "Yo puedo tener mi opinión en lo personal, pero el BNG funciona de forma asamblearia", de modo que "haremos lo que decida la militancia de Lalín".

Vilariño asegura que no le mueven ambiciones personales: "Tampoco me emociona el tema de pisar moqueta -declara-. Lo que me emociona es que el PP no vuelva al poder, pero más allá de eso...". Si admite, en todo caso, que "es una ocasión única para ayudar a sacar esto adelante", por lo que buena parte del electorado tampoco entendería que se desperdiciase para compartir oposición con el que, hasta ahora, había sido el enemigo a batir, el Partido Popular de José Crespo. Tal como están las cosas, "siendo oposición, por muy constructiva que esta sea, hay que coincidir con el PP, y eso no lo quiero ni en pintura, es un órdago que no voy a aceptar", reflexiona Vilariño.

En cualquier caso, el veterano político mantiene la incógnita sobre su posible entrada en el ejecutivo formado por Compromiso por Lalín (CxL), PSOE y A Plataforma Aberta Cidadá (APAC).

El alcalde corrobora que no ha habido movimientos desde los contactos postelectorales, aunque si se muestra proclive a poder llegar a un entendimiento. "Con el BNG no hay nada, ni ha habido ninguna conversación -manifiesta Rafael Cuiña-. Yo siempre he dicho que me gustaría que entrasen, porque creo que pueden aportar mucho, pero, hasta la fecha, no han querido entablar ninguna negociación". Los próximos meses de campaña para las elecciones generales pueden resultar decisivos y favorecer un acercamiento que algunas voces ya dan por hecho. Y es que resultaría, cuando menos, curioso ver a Rafael Cuiña pegando carteles para las elecciones generales codo con codo con el líder de un BNG que en Lalín le hace oposición.

Compartir el artículo

stats