La festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, abre cada 12 de octubre los cuarteles a la sociedad y provoca estampas difícilmente repetibles a lo largo del año. Es una jornada en la que se dan cita políticos, empresarios y miembros de otros cuerpos de seguridad, además de muchos ciudadanos anónimos y, por supuesto, los familiares de los grandes protagonistas, los propios guardias, en algunos casos con sus hijos uniformados igual que sus progenitores. La celebración de Lalín estuvo presidida por el capitán del destacamento, Antonio Álvarez, a quien se vio proponer brindis, y animada por la Banda A Lira de Prado. Los corrillos permitieron ver en amigable conversación a rivales políticos como el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, y el alcalde de Lalín, Rafael Cuiña, o a su antecesor, José Crespo, bromear delante de miembros del gobierno como Nicolás González Casares o Teresa Varela y de los regidores de Agolada, Ramiro Varela, y Dozón, Adolfo Campos. También es día de medallas, como la recibida en Silleda por José Luis Pérez Rodríguez.