En las últimas jornadas se produjeron quejas entre los vecinos de algunas zonas del municipio debido al retraso con que presuntamente comienza a funcionar el alumbrado público en determinadas zonas. Por esta razón el alcalde, Rafael Cuiña, y el edil de Medio Rural, Miguel Medela, se pusieron en contacto con los responsables de la empresa Montefaro -que se encarga del mantenimiento del servicio- para conocer las razones que dan pie a tales deficiencias.

La empresa les explicó que estos desajustes horarios en el encendido del alumbrado se deben a que "el tendido se divide en varios sectores que pertenecen a cuadros eléctricos distintos, que al mismo tiempo se activan a través de sistemas diferentes". Así, los diversos métodos de funcionamiento de los dispositivos dan pie a que en esta época del año, como en ejercicios anteriores, se den situaciones en las que en unas zonas las farolas funcionan normalmente mientras en otras se demore su encendido.

Los cuadros eléctricos de Lalín se activan a través de tres modalidades, según explican los representantes de Montefaro. En unos casos, el mecanismo consiste en un reloj astronómico, que se regula automáticamente encendiendo las luminarias a las horas pertinentes. Por contra, otros cuadros funcionan "mediante un reloj normal, que se regula manualmente, por lo que aunque se hacen revisiones con mucha frecuencia, pueden darse casos en los que estén desajustados", explica la adjudicataria. Es más, la eficacia de este mecanismo también depende de la luminosidad del día y de la meteorología, pues en una jornada despejada puede haber buena visibilidad hasta tarde, pero en un día oscuro se hace antes de noche y quizá el horario de encendido no es el adecuado.

Por último, hay dispositivos que se ponen en funcionamiento a través de células fotosensibles que se activan de forma automática en función de la cantidad de luz. Son los sistemas más funcionales aunque en días de niebla espesa o con poca visibilidad pueden estar encendidas las farolas durante el día y de forma innecesaria. Aún así, para el Concello de Lalín este sistema de células fotosensibles resulta el más idóneo, por lo que intentará instalarlo de forma gradual en todos los cuadros. El gobierno local adelanta, en este sentido, que se trata de un proceso complejo debido a los altos costes que supone su instalación.

Por otra parte, la empresa señala que estos desajustes "no son nuevos, sino que se dan todos los años" debido a la estación en que nos encontramos y a esos diferentes sistemas.