El chubasquero ya es un elemento más de toda el equipamiento escolar de los niños que acuden al CEIP de Silleda y al de Nosa Señora da Piedade, de Vila de Cruces. Los dos centros carecen de pasarelas bajo las que guarecerse desde la parada del autobús escolar hasta los edificios de los centros educativos. El primer temporal de otoño se notó con especial virulencia en los dos centros, donde los niños -pequeños o mayores- tuvieron que entrar y salir corriendo a clases para librarse de los aguaceros. En el caso de Vila de Cruces, los niños tienen que subir una rampa, sin pasarela, para llegar a clases, y cruzan de nuevo todo el patio para ir al comedor, llueva o no.

Y lo malo no es mojarse, sino soportar la jornada lectiva con la ropa empapada. Porque en el CEIP de Silleda la caldera de calefacción funciona mal y no calienta las aulas superiores, mientras que en el edificio número 2 del colegio cruceño los techos están tan mal aislados que se escapa todo el calor. La ANPA de este colegio acaba de remitir a la Xefatura Territorial de Educación -tal y como hizo la de Silleda en septiembre- un escrito en el que vuelve a enumerar, un curso más, todas las deficiencias del centro. Hay que reformar los tejados porque nunca se sometieron a un adecentamiento, igual que los baños -que están como hace 30 años y que a veces desprenden malos olores-. Pero también es necesario acondicionar la pista de fútbol sala y el patio en general, ya que presenta varias pozas. En este sentido, desde la ANPA se recuerda que el Concello incumplió su compromiso para arreglarlo. Los cruceños también urgen la dotación de un administrativo.

Desde la oposición, el BNG presentará en el pleno de noviembre una moción en la que insta a buscar una solución definitiva para evitar que los niños se mojen, y anima al gobierno a mantener una reunión anual con todos los centros educativos del municipio.