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La problemática se desplaza al entorno de la escuela infantil

Las lluvias revelan que los vertidos de fecales a la vía pública persisten en la zona de Figueiroa

"No es un defecto de la obra realizada", garantiza Constenla - El edil Medio Ambiente apunta que la red soporta ahora mayor caudal y presenta un "estrangulamiento" de la conducción que será subsanado en breve

Las lluvias hicieron saltar la alcantarilla junto a la escuela infantil, esparciendo restos sobre la acera // Bernabé/Javier Lalín

Las fuertes lluvias registradas durante la jornada de ayer pusieron de manifiesto que los vertidos de aguas y restos fecales a la vía pública persisten en la zona de Figueiroa, pese a la reciente ejecución de una obra tendente a zanjar este conflicto. No obstante, la problemática ha cambiado de escenario. Si en el último invierno los residuos brotaban desde la alcantarilla y cubrían la acera frente al colegio de Figueiroa, en el tramo final de la avenida de Santiago, en la mañana de ayer la desagradable estampa podía verse en las inmediaciones de la escuela infantil municipal, ya al pie de la carretera que une A Estrada con Santiago, la PO-841.

Al mediodía estas aguas procedentes de la red de saneamiento brotaban con fuerza por la alcantarilla tras haber conseguido levantar su tapa. Al manar sobre la vía pública dejaron esparcidos restos de papel higiénico, tampones y otros residuos orgánicos. La desagradable imagen se acompañaba de cierto mal olor.

Antes del verano el Concello adjudicó las obras para levantar el tramo final de la red de saneamiento en la avenida de Santiago, ejecutándose un desdoble en la conducción y practicando nuevas salidas para dotarla de una mayor capacidad. Se indicó que ello incrementaría el caudal de los colectores se y se podrían evitar los colapsos que venía experimentando la red.

Concluidos los trabajos, las fuertes lluvias muestran que el problema se subsanó en la zona en la que venían aflorando los vertidos fecales pero continúan un poco más abajo. Al ser preguntado por esta cuestión, el edil de Medio Ambiente, Juan Constenla, señaló ayer que toda la obra se que ejecutó se encuentra "en perfectas condiciones". Sin embargo, reconoció que la conducción experimenta un poco más abajo, en el entorno de la escuela infantil municipal, un "estrangulamiento". "No es un defecto de la obra realizada", garantizó el también primer teniente de alcalde.

En este sentido, desde el ayuntamiento se explica que con las mejoras ejecutadas en la red de saneamiento de esta parte de la villa se produjo una redistribución de las aguas, de manera que se incrementó el caudal que llega al punto en el que ahora se levantan las alcantarillas cuando llueve con intensidad. Incidió Constenla en que el referido estrangulamiento hace que las tuberías no sean capaces, al elevarse la cantidad de agua con la lluvia, de asumir todo el caudal que les llega ahora. Indicó que el estrangulamiento de la conducción en este lugar podría deberse a que repisase el terreno y que previamente no había generado problemas porque la conducción tenía suficiente capacidad para asumir el agua que gestionaba.

En la búsqueda de la que, se espera, sea la solución definitiva para los problemas de la red de alcantarillado en este punto, el Concello ejecutará de manera inmediata una reposición de la conducción en esta zona, eliminando el estrangulamiento de estas tuberías dotándolas de una sección mayor. El titular de Medio Ambiente explicó que todavía no se tiene calculado cuánto podría constar esta reparación, aunquee estima que no exija una inversión muy importante al tratarse de "un tramo pequeño".

Por otro lado, Juan Constenla no descartó la posibilidad de que en esta zona continúe existiendo algún edificio con una mala conexión de aguas pluviales a la red de residuales.Señaló que, al iniciar la obra recientemente realizada, se practicó una inspección "pero podría haber quedado alguno". En su momento desde el Concello ya se reconoció que, aunque la red de saneamiento se encontraba en este tramo final muy deteriorada, su deficiente funcionamiento también derivaba de un problema de conexión. Se dijo entonces que en una red que, en principio, tiene un carácter estanco, no debería haber fluctuaciones tan importantes de caudal en los días de lluvia.

Juan Constenla consideró ayer que el problema aflora actualmente cuando llueve mucho y aseguró que "en breve" quedará definitivamente solventado.

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