| Las frías temperaturas de ayer (las mínimas se desplomaron a los 2 ºC) restaron afluencia a la primera feria de otoño de Lalín, pese a caer en sábado. Pero esta circunstancia hizo que, por otra parte, los puestos ambulantes de ropa y calzado compartiesen clientela con los del mercado sabatino que se colocan en el entorno de la Praza das Pipas y la estatua de Loriga. En algunos de estos ya podían verse productos típicos de la estación en que estamos, como las castañas, compartiendo mesa con nabizas, diversas legumbres y otros alimentos que todavía dejan un sabor al recién despedido verano, como pimientos y tomates.