La temporada de caza menor comenzará dentro de dos domingos, el día 18 de este mes, y lo hará en una zona que ha resistido la ola de incendios del verano y con todas las repoblaciones a punto. Por su parte, la de caza mayor está abierta desde el pasado 29 de agosto. Desde entonces, las sociedades de caza trabajan de desigual forma en el control de la población de jabalí, dado que su censo ha variado mucho desde el año pasado según de qué enclave estemos hablando. Así, ya desde principios de agosto se detectaron numerosos daños en maizales y prados de, sobre todo, Lalín, Rodeiro y Silleda. En Lalín se daba además la circunstancia de que el animal se refugia en zonas vedadas, con lo que pese a las esperas y batidas, continúa su proliferación.

Ayer, el comité comarcal de Unións Agrarias se hacía eco de las quejas de los ganaderos por los daños de jabalíes en cultivos y, también, por la constate irrupción de lobos y cánidos en explotaciones ganaderas, incluso las más cercanas a poblaciones. Sin embargo, estas incursiones del jabalí han mermado de forma considerable en tierras de Vila de Cruces, como indica el presidente de la Sociedade de Caza e Pesca, Gonzalo Gómez. "Tenemos menos avisos por daños y también menos avistamientos que el año pasado. Desde la apertura de la temporada, las tres cuadrillas abatieron nueve animales", señala.