La primera moción fue una de apoyo a la Plataforma de Defensa do Sector Lácteo. El alcalde alabó el "comportamiento ejemplar" del Concello y su "visualización al lado de los ganaderos" durante las movilizaciones del verano y admitió que se habían dado "pasos importantes" para la resolución de un conflicto que afecta a la comarca "de un modo estructural". Anunció que estarán "vigilantes" para que "no se repita la misma situación". La réplica popular le llegó de Manuel Fernández, muy crítico con una huelga de entregas de leche que calificó del "mayor desastre de la historia del sector lácteo", con "4,3 millones de euros tirados en Galicia y más de 400.000 en Deza". "Y todo por hacer una política rastrera, cuando la huelga se podía haber levantado porque ya había un compromiso y estaban elaborando un acuerdo", subraya el concejal y ganadero, que justificó su rechazo a la moción del tripartito por incluir una petición de "precio mínimo", incompatible con la legalidad. Rafael Cuiña mostró su "respeto por la labor personal" de Crespo y de Fernández en esta materia, pero cargó contra el Partido Popular con una alusión a la Divina Comedia de Dante, en uno de cuyos infiernos están "los que traicionaron a sus benefactores". "Si los ganaderos no hubiesen salido a la calle, y no lo hicieron por gusto, el presidente de la Xunta no los hubiera recibido y estos acuerdos no existirían", sentenció el regidor local. Pero no convenció a los populares, que optaron por la abstención.

En cambio, el gobierno municipal si respaldó la moción del PP para promocionar la marca Galega 100%, en cuyo "parto" reclamó sus méritos el propio José Crespo. De este modo, Lalín se adhiere al grupo de concellos que fomentan el consumo de este tipo de leche con trazabilidad gallega, lo que incluye la realización de campañas de concienciación en colegios o entre hosteleros.