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Verano de contrastes en las comarcas

El mes de julio fue el más seco del siglo en Lalín y agosto acumuló grandes oscilaciones de temperatura - El primer temporal dejó árboles caídos y hasta 49 litros de agua en un día

Sin acabar el verano, el primer temporal dejó ramas y árboles caídos en el paseo Pontiñas. // Bernabé/Gutier

El conocido como "veranillo del membrillo" o de San Miguel deja en las comarcas, en los últimos días, temperaturas más propias del estío que del recién estrenado otoño. La tónica predominante es el buen tiempo y la sensación agradable, que incluso se mantiene caída la noche. Pero el verano se despidió hace ya cinco días y con un balance que arroja grandes variaciones a lo largo de estos tres meses.

El comienzo de la temporada estival estuvo marcado por las elevadas temperaturas y por la escasez de lluvias. Una situación arrastrada ya de la primavera. No en vano, el mes de julio fue el más seco en lo que llevamos de siglo en la capital dezana, según los registros de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas. En Lalín se recogieron en todo el mes un total de 4,2 litros por metro cuadrado frente a los 41,8 litros que se habían recogido un año antes en el mismo mes. Es preciso retroceder hasta el 2004 para encontrar un mes de julio con valores similares, y aun así en ese año se recogieron 6 litros en todo el mes. Las olas de calor registradas a lo largo del mes dejaron temperaturas máximas de hasta 35 grados. La jornada más calurosa del mes, y también del verano, se alcanzó el día 9, en que los mercurios pasaron de los 30 grados en las dos comarcas.

Mientras, el mes de agosto se caracterizó por las grandes variaciones de temperaturas, con más de 15 grados de diferencia en solo cuatro días. Y es que el día 10 se alcanzaron en la capital dezana los 31 grados y solo tres días después no se superaron los 14,5 de máxima. Así el mercurio osciló en Lalín entre los 2 grados de mínima del día 13 y los 32 de máxima del día 20. En lo referido a las precipitaciones, agosto se situó en valores parejos a 2014, lo que compensó, en cierta medida, la sequía de los meses anteriores. Lalín registró lluvias 17 días en los que se recogieron 31,2 litros. Unos valores muy similares a los que se produjeron en otras estaciones meteorológicas de las comarcas como Camanzo, Vila de Cruces, (40,2 litros); Rodeiro (58,9 litros) o en Pereira, Forcarei, que dejaron un total de 121,8 litros, todos ellos valores parejos a los del año anterior en los distintos puntos de observación.

El mes de septiembre mantuvo una temperatura media de 13,83 grados, según los datos proporcionados en la estación de Mouriscade, Vilanova, (Lalín). Llegaron incluso a registrarse máximas de 28,62 grados. Pero sin aún despedir el verano, llegaba el primer temporal de lluvia y viento, la primera ciclogénesis de la temporada. Los días 15 y 16 de septiembre Meteogalicia decretó la alerta naranja por lluvias y amarilla por viento y los pronósticos no fallaron. En la capital dezana se acumularon 49 litros por metro cuadrado en la primera jornada y 20,08 en la segunda. Las rachas de viento llegaron a alcanzar los 72,5 kilómetros por hora, causando a su paso notables destrozos, sobre todo en tejados, así como árboles caídos y que obligaron a un despliegue de medios de emergencia en distintas zonas de las comarcas.

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