El Concello de Lalín tiene encima de la mesa las bases que regularán la elección de los nuevos alcaldes de aldea -nombre que sustituirá al tradicional de pedáneo-. Con su publicación, la próxima semana, arrancará el proceso para elegir a los representantes vecinales de las parroquias del término municipal después de que al comienzo de este mandato cesasen de oficio, tras las elecciones municipales, los antiguos pedáneos.

Con esta normativa el grupo de gobierno formado por Compromiso por Lalín (CxL), PSOE y A Plataforma Aberta Cidadá de Lalín (APAC) se cumple con el objetivo de modernizar y "democratizar" la elección de las personas encargadas de representar a los vecinos de cada aldea. De esta manera también se desea promover la "desconcentración territorial en materia de participación ciudadana y se acerca el gobierno a todos los vecinos", recalca el ejecutivo presidido por Rafael Cuiña. El alcalde espera que este proceso sirva además para dinamizar la actividad de las parroquias y aldeas del municipio. "Revitalizar el rural, fijar población y crear las condiciones para que se evite la marcha a los núcleos urbanos es otra de las intenciones de este gobierno", apostilla el mandatario, que lleva meses invitando a la participación activa de mujeres y de jóvenes en un proceso que pretende servir "para que entre aire fresco y nuevo en la gestión de nuestro medio rural".

La función principal del alcalde de aldea será la de ser puente de comunicación entre los residentes de cada parroquia y el grupo de gobierno. Entre sus funciones estará la de informar acerca de las necesidades o deficiencias materiales que se observen en su parroquia. También podrán mediar entre conflictos, siempre que las partes en desacuerdo acepten esta situación que persigue llegar a soluciones amistosas. El alcalde de aldea presentará ante el ejecutivo las reivindicaciones de la ciudadanía de cada lugar y, además, informará a sus convecinos de las actividades que lleve a cabo la institución municipal. De forma especial, le corresponde a este representante electo democráticamente fomentar los cauces de participación de la ciudadanía de su propia parroquia.

El alcalde de barrio será elegido por sufragio universal entre los mayores de edad empadronados en cada aldea que presenten su candidatura. Para poder ser designado la participación deberá ser de al menos el 505 del censo. En caso de que hubiese una única candidatura el proceso debería celebrarse con votación a favor o en contra del único aspirante. Si no existiesen candidatos, será el alcalde el que nombre a este representante ante el pleno.

En torno a la elección de los alcaldes de aldea se planteará además la constitución de Consellos Parroquiais como órganos de participación, consulta, información, control y propuestas acerca de la gestión municipal. Así, se pondrá en marcha un consejo en cada una de las 48 parroquias lalinenses. Este Consello estará integrado por el alcalde de barrio y tres vocales que serán elegidos por la Asamblea parroquial. Las funciones del Consello son las de instar al representante vecinal a que realice sus competencias, fomentar la participación vecinal o entregar anualmente un informe acerca de las necesidades de cada aldea indicando las prioridades para su posible inclusión en los presupuestos. Antes de la aprobación de las cuentas la Alcaldía citará a los presidentes de los consejos para analizar la gestión.

La Asamblea parroquial estará formada por todos los mayores de edad y deberá elegir a los representantes del Consello de cada aldea. Además, ayuntamiento, alcalde de barrio, Consello y Asamblea parroquial impulsarán la constitución de una asociación de vecinos en aquellas parroquias en las que no existan. En los demás casos, habrá colaboración. Los colectivos podrán solicitar subvenciones

En el núcleo urbano la participación vecinal se estructurará desde las asociaciones de barrios existentes. En caso de que no existan, el gobierno local colaborará en su puesta en marcha.