Un grupo de cánidos atacó a nueve ovejas en una finca cerrada dentro del casco urbano de A Estrada. Los hechos tuvieron lugar en la noche del miércoles al jueves en una finca ubicada en la zona de Figueiroa de Arriba. Una de las ovejas resultó muerta en el ataque, mientras que las ocho restantes quedaron malheridas. Los principales sospechosos, según fuentes de Medio Ambiente, son tres perros de gran tamaño que merodean por la zona y que iban a intentar ser apresados con trampas para entregarlos a la perrera. No se trata sin embargo de la única hipótesis que se baraja, ya que el veterinario que acudió a tratar a las ovejas manifestó que la forma de atacar apunta al lobo como el culpable.

Tras una noche llena de ladridos, Figueiroa despertó el jueves con un macabro escenario a sus puertas. La finca en la que tuvieron lugar los hechos se encuentra en la parte trasera de varios bloques de edificios, cuyas ventanas traseras se convirtieron en una butaca de primera fila al resultado del ataque. Fueron los propios vecinos los que alertaron al propietario, al Seprona y a la Policía Local. Dos agentes de las fuerzas de orden se personaron rápidamente en el lugar, así como los propietarios. Ocho de las ovejas que se encontraban en el recinto cerrado permanecían en el lugar. Otra sin embargo había logrado salir, finalizando sin embargo su huida a unos veinte metros de la valla.

En el lugar también se personó un veterinario local, quien constató que uno de los ovinos resultó muerto en el acto durante en el ataque, mientras que los ocho restantes estaban gravemente malheridos. Se estima que la mayor parte de ellas podrían perecer debido al alcance de las heridas sufridas.

Aunque todo apuntaba inicialmente a un ataque de lobo, la presencia de un grupo de tres perros en una zona de matorrales y árboles cercana los situó como los principales sospechosos del ataque. El propio dueño de la finca logró dejar encerrado a uno de los cánidos, quien, tras varias horas atrapado, consiguió escapar de nuevo junto a sus compañeros. En la tarde de ayer se estaban instalando trampas para intentar capturarlos y entregarlos a la perrera.

Según informaron los efectivos de Medio Ambiente que acudieron al lugar, todo apunta a que los perros fueron los culpables, por lo que, en caso de poseer chip, serán sus dueños los que tendrán que asumir los costes económicos derivados del ataque. Descartaron sin embargo que se trate de un ataque de lobo.

Cabe recordar que esta finca se encuentra enclavada en el casco urbano de A Estrada, lejos de zona de monte y arbolado. En caso de tratarse de lobos estos habrían tenido que adentrarse en las calles del casco urbano, cruzando incluso vías principales para conseguir llegar a la zona.