El proceso de peatonalización de calles impulsado por el gobierno lalinense -sirva como ejemplo el cierre al tráfico los fines de semana de Rosalía de Castro- ha favorecido al sector de la hostelería al ganar espacio en sus terrazas y ampliar el número de mesas en cada local. La tolerancia del ejecutivo se ha visto con recelo por parte de otros hosteleros de rúas sin peatonalizar, pues entienden que existe una ordenanza que debe ser aplicada por igual. Es decir: si un bar paga un precio público por una terraza con cinco mesas, debería respetar esta cifra y no habilitar más si no cotiza ante la administración local por ellas.
Para normalizar esta situación el ejecutivo lalinense realizará una modificación de la ordenanza municipal de instalación de terrazas en el exterior de los negocios que permitan, por un lado aumentar en la medida de las posibilidades el número de mesas, y al mismo tiempo pasarles al cobro la tarifa correspondiente. La norma en vigor, según consta en el libro de ordenanzas municipal, comenzó a apliacarse en enero de 2012, sin que se planteasen cambios en la misma. En lo que respecta a las tarifas que abonan los establecimientos por la ocupación de la vía pública con mesas delante de sus locales se fijó entonces tres precios distintos en función de la categoría de cada calle. Así, la colocación de mesas - de un máximo de cinco sillas cada una de ellas- en rúas de primera categoría cotiza 47,67 euros por mesa y año. En las clasificadas como de segunda categoría la tasa pública aplicada es de 32,69 euros y de 16,34 en el último caso, de calles de tercera categoría. La normativa también deja claro que cuando los negocios excedan en 4 el número de sillas por mesa deberán asumir un incremento del 50% en el precio público común.
La ocupación de más espacio público que el que le corresponde por parte de locales de hostelería puede verse estos días en plenas fiestas patronales o también en calles como Rosalía de Castro, los fines de semana, cuando la calle se corta al tráfico. Con el primer proceso de peatonalización de un tramo de Principal y Loriga los establecimientos de estas calles podrían estar intesados -siempre que la normativa se lo permita, pues las terrazas no deben ocupar más ancho que la fachada del local- en ampliar el número de mesas, con el consiguente incremento del precio público a satisfacer al ayuntamiento. Tampoco hay que olvidar otras rúas como Colón o Praza da Igrexa, ya peatonales, en las que funcionan varios establecimientos de hostelería.
La recaudación por instalación de terrazas no es demasiado representativa para las arcas municipales. Según los datos de la liquidación presupuestaria del año 2013 el Concello ingresó exactamente 9.526 euros por todos los locales que prestan servicio a sus clientes en el exterior de sus negocios. En 2010 el aumento del censo de terrazas obligó al ayuntamiento lalinense a elaborar un nuevo registro de terrazas, que entonces rondaba el medio centenar de estas instalaciones.
