La práctica totalidad de los propietarios afectados por la obra de la segunda fase de reforma del vial Liñares-Valboa en el tramo comprendido entre Riobó y Oca se dieron cita ayer en una visita a pie de campo que permitió efectuar un estudio pormenorizado de la ocupación real y las afecciones que se derivarán de los trabajos. Al estudiarlos "in situ", se pudo apreciar con claridad que los taludes proyectados para algunos tramos de entrada y salida al puente conllevan afecciones a accesos a viviendas y caminos que podrían evitarse construyendo muros de contención. De ahí que esta sea la solución por la que coincidieron en abogar vecinos y alcalde, según explicó al mediodía de ayer el propio regidor local José López Campos.

Este explicó que en su visita de ayer a la carretera, completó a pie con los vecinos concernidos todo el tramo Riobó-Oca que resultará afectado por las obras. En el encuentro del máximo mandatario local con los representantes vecinales y los responsables de la empresa Narom -adjudicataria de los trabajos- se efectuó ya un replanteo exacto de las actuaciones proyectadas y de sus afecciones reales, con las correspondientes cotas, teniendo en cuenta la difícil orografía. Se centraron especialmente en cuestiones relativas al trazado de los 400 metros anteriores y posteriores a la salida del puente así como a esta infraestructura. Son los puntos más conflictivos de la reforma de este tramo del vial.

Cambio de trazado

Y es que, según destacó el munícipe, no solo se hará una ampliación del puente y de la calzada para lograr su ensanche sino que, además, en algunos puntos se ejecutará, en la práctica, "un cambio de trazado". Aun así, explicó José López, "la colaboración y predisposición" por parte de los propietarios es "total y absoluta". El alcalde entiende que la administración también tiene que corresponderles. Por eso, aunque los vecinos plantearon ayer cuestiones concretas y puntuales como la importante diferencia de ocupación que supone realizar taludes -que exigen caídas más paulatinas y, por tanto, conllevan una mayor afección a caminos y accesos a viviendas- o construir muros de contención en algunos puntos concretos del trazado, López espera que haya una solución satisfactoria para todos. "Creo que se va a resolver", señaló.

Agregó que esas cuestiones se analizarán con detalle el próximo día 20 en el "replanteo de la obra" que harán empresa adjudicataria y Diputación. "Si hay visto bueno" a esas peticiones que plantean los vecinos, las obras darían comienzo la semana próxima con el inicio del gran movimiento de tierras que habrá que efectuar en esa zona.