El local social de Cira acogió ayer una reunión entre los vecinos afectados por la destrucción de presas en el río Deza y los alcaldes de Silleda, Manuel Cuiña, el de Vila de Cruces, Jesús Otero, y el de Boqueixón, Ovidio Rodeiro. Después de debatir sobre las consecuencias de esta acción, enmarcada en un proyecto de Medio Abiente para la conservación de especies autóctonas, los regidores de Silleda y de Vila de Cruces decidieron solicitar conjuntamente una reunión con los responsables de la Dirección Xeral de Protección da Natureza, perteneciente a esta Consellería.

Además, se acordó que personal técnico del ayuntamiento acuda los lugares afectados para comprobar los daños. "Lo primero será escuchar la versión de la Administración autonómica y ver las explicaciones que nos dan", resaltó Cuiña que se puso a disposición de los afectados.

Asimismo, los lugeños remitirán al Concello en los próximos días las concesiones de agua existentes, alguna de ellas histórica, con cientos de años. "Tenemos documentos que muestran que hay alguna concesión de 1960, en la de O Coto, y en esos años se daban por 75 años y prorrogables a 90, por lo que haciendo cálculos la concesión sería hasta el 2035", señala Alfredo Rodríguez, presidente de la Asociacións de Veciños de Cira.

En cuanto a la documentación que enviarán los afectados "desde el Concello de Silleda la vamos a remitir a nuestros servicios jurídicos para que revisen si se vulneraron los derechos de los vecinos y dueños de las concesiones existentes", añade el alcalde silledense.

Este problema está afectando en la comarca a los municipios de Silleda, Vila de Cruces y de Agolada. La próxima semana técnicos de Medio Ambiente mantendrán una reunión con las afectados por los destrozos de la Tosta da Devesa, ubicada en la parroquia agoladense de Carmoega. El alcalde del municipio, Ramiro Varela, mantuvo una reunión la semana pasada con la directora xeral de Conservación da Natureza, Verónica Tellado, para pedir explicaciones. Todos los gobiernos locales apoyan a los vecinos afectados por estas actuaciones que se enmarcan en un proyecto europeo de la Consellería del Medio Ambiente. Se trata del proyecto Life + Margal Ulla que tiene como objetivo mejorar la calidad del hábitat del río Ulla y eliminar las especias de flora y fauna que alteran las condiciones físicas y biológicas del terreno para de esta forma, tratar de proteger a la vegetación y fauna autóctonas.