Hasta 25 de las 28 parroquias de Vila de Cruces perdieron población el año pasado. Loño es la única que arroja un saldo positivo, aunque solo ganó un vecino, y Añobre y Ferreirós se mantuvieron igual. Ni la capital municipal se salva de la sangría demográfica, al ver reducido su censo en 73 vecinos, se decir, un 5,6%. El municipio ha perdido el último año 258 habitantes, un 4,3% de su censo, muy por encima de las caídas de los ejercicios anteriores, que habían sido de 151 (2,4%) y 240 (3,8%). Vila de Cruces contaba con 5.676 habitantes (2.903 mujeres y 2.773 hombres), a 1 de enero de 2013, fecha a la que se refiere el último dato oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ocho feligresías cruceñas ven mermado su número de habitantes en más de un 5%. Asorei lidera el ránking con cerca del 10% (9,8) pese a perder solo cinco empadronados, dado que es una de las menos pobladas, con solo 46 vecinos. En segundo lugar aparece Salgueiros, cuyo censo cae un 7,6%, y la tercera es Insua, con un 7,2%. Las otras cinco son: Bascuas, que retrocede un 7%; Carbia, que cede el 6,2% de su censo; Piloño, que pierde el 5,9%; Cruces, con un 5,6% menos; y Besexos, que se queda sin un 5,3%.
Las parroquias más pobladas, al margen de Cruces, son Camanzo (454), Merza (403) y Carbia, la antigua capital, con 377. Los lugares de más de cien habitantes son los mismos: Vila de Cruces (1.223); Fontao e Vilar, en Fontao, con 170, aunque pierde 11; Brandomés, en Brandariz, con 138, tres menos; y A Moa y Outeiro, en Merza, con 120 (-4) y 109 (-10).
La cifra de aldeas que corren riesgo de desaparecer, por tener menos de diez habitantes, alcanza la veintena, al sumarse Loño y Penagudín (Losón), ambas con 7, al ceder 5 y 3, respectivamente. Barrio (Arnego), Souto (Insua) y Silvares (Merza) siguen siendo lugares despoblados.