Un total de 55 niños de entre 3 y 17 años participaron en la Escola de Verán con Comedor puesta en marcha por el Concello de Lalín, que se desarrolló en el CEIP Manuel Rivero desde principios de agosto hasta ayer. El teniente de alcalde y concejal de Bienestar Social, Nicolás González Casares, valoró ayer la experiencia como "muy positiva" y subrayó que las familias beneficiarias expresaron su satisfacción por los resultados que ofreció. Considera que marcará "tendencia en el futuro", de modo que se activará al finalizar el próximo curso y se prolongará durante todo el verano, hasta el inicio del siguiente.

La escuela sirvió como "modelo de integración", al tiempo que cumplió su objetivo fundamental de garantizar una comida equilibrada y variada a los menores de familias con dificultades socioeconómicas, con independencia de que durante el curso fuesen o no beneficiarios de comedor. La actividad estuvo abierta a todas las familias para evitar procesos de estigmatización. También buscaba promover actividades educativas alternativas, favorecer el desarrollo de los niños, promover hábitos de vida saludable y facilitar a las familias la conciliación de la vida personal, laboral y familiar.