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Un reto mágico e inolvidable

Los integrantes de Working Wheels destacan la importancia de su participación en el Desafío Illas Cíes para avanzar en la integración de los discapacitados

Los miembros de Working Wheels posan con amigos, familiares y colaboradores al término del Desafío Illas Cíes. // Marta Portas

"Nos favorecieron las condiciones ambientales porque el mar estaba como un plato, el agua a unos 17 grados inusuales en la Ría de Vigo y, además, durante parte del trayecto tuvimos las corrientes a favor". De esta forma tan descriptiva explica Álex Ferradás, el cincuenta por ciento de Working Wheels, la experiencia vivida el pasado sábado durante su participación en el Desafío Illas Cíes de 2015. Tanto Ferradás, que habla en su nombre y en el de su compañero, el también dezano Alberto Mouriño, considera que la mayor satisfacción para ambos una vez pisada la fina arena de la playa de Coruxo fue demostrar una vez más que los discapacitados "somos capaces de hacer cosas difíciles y que pisamos fuerte", reitera Álex Ferradás.

Los dos jóvenes deportistas lalinenses tampoco estuvieron solos en su nueva gesta. Amigos, familiares y colaboradores arroparon a los miembros de Working Wheels en todo momento, y no dudaron en brindarles una sonora ovación cuando llegaron a la playa de O Vao. "Yo personalmente, además de a toda mi familia, amigos, al equipo, la organización de la prueba, conocidos y colaboradores, quiero resaltar el sacrificio y el esfuerzo de mi hermana Beatriz y de mi madre Isabel Gallego porque sin su ayuda sería impensable conseguirlo", indica un Ferradás que suma a todos estos agradecimientos los de Alberto Mouriño, también, a todos sus allegados.

Salida y avituallamiento

Deportistas y colaboradores vivieron unas horas previas a la cita intensas, en especial las que precedieron al viaje en barco a las islas viguesas. "El momento de la salida es tenso y emotivo", recuerda Álex Ferradás por todo lo que supone haber llegado hasta la playa de Rodas y disponerse a nadar enfundado en un traje de neopreno las algo más de diez millas náuticas previstas por la organización. Los miembros de Working Wheels realizaron varias paradas durante el trayecto para que Álex Ferradás fuera izado a la embarcación de apoyo donde poder avituallarse y refrescarse. El joven lalinense considera "indispensable" esta medida del equipo para poder culminar una prueba exigente, pero benévola meteorológicamente hablando en su última edición.

Culminados el maratón de San Sebastián y el desafío vigués en Working Wheels ya están pensando cuál puede ser nueva aventura. De todas formas, tanto Álex Ferradás como Alberto Mouriño no quieren adelantar acontecimientos sabedores de la dificultad que entraña cada nuevo reto. De todas, después de haber probado por tierra y mar, no sería nada extraño pensar que estos dos jóvenes intrépidos apuesten por el aire como el medio donde llevar a cabo su próxima demostración. Ferradás insiste en que hay que seguir "abriendo puertas" a la integración de los discapacitados en el deporte en particular, y en la sociedad en general. "No podemos decir nada todavía pero es cierto que ya tenemos en mente un par de proyectos que habrá que ver si se pueden afrontar", adelante el lalinense.

Tanto Ferradás como Mouriño saben que su proyecto va por el buen camino a todos los niveles y sólo esperan poder confirmar su próxima cita para seguir rompiendo barreras y prejuicios. "No tienes nada que demostrar, estaremos orgullosos de ti pase lo que pase", escribió la hermana de Álex antes de Cíes. Un orgullo que ya recorre toda Galicia y buena parte del resto de España.

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