Algunos de los participantes en la Beach Party celebrada el pasado sábado en el paraje natural de Pozo do Boi, en Vilatuxe, se llevaron una desagradable sorpresa a su término. La Guardia Civil de Lalín confirmó ayer la presentación de varias denuncias por desperfectos en varios vehículos estacionados en la pista que da acceso a la playa fluvial durante la celebración de este evento musical en el que estuvieron presentes hasta cinco pinchadiscos. Los propietarios de los automóviles notifican en su requerimiento rayazos en la pintura de los mismos en las casi 12 horas ininterrumpidas del festival musical playero lalinense.

Todos los coches dañados en los actos vandálicos estaban fuera del recinto habilitado como parking por José Taboada, dueño de la finca que sirvió de aparcamiento. "En nuestro parking no hubo daño ninguno porque nadie nos llamó ni a mi ni tampoco a los dos hombres que me ayudaron", recuerda Taboada. Ole Costa, promotor de la fiesta, confirma la versión de Taboada y recuerda que el seguro de responsabilidad civil de la organización "sólo cubre lo sucedido en el recinto cedido por el Concello en la concesión administrativa por horas que nos dieron". Costa también muestra su "solidaridad con los afectados por un acto vandálico que rechazamos con rotundidad".

Éxito de público

En otro orden de cosas, Ole Costa cifró en 3.670 personas el número de presentes en la fiesta disco de Pozo do Boi del sábado , lo que supone para su organizador un "rotundo éxito de público". Costa destacó el alto número de participación en la primera edición de una fiesta que fue calificada por él mismo como "el festival de música electrónica más importante de toda Galicia".