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Dezanos sobresalientes (XXXIV)

Felipe Gil de Taboada y Gil de Teixeiro

El hijo del Conde de Taboada optó a principios del siglo XIX a convertirse en Caballero de la Orden de Santiago

Puerta de entrada al pazo de Barcia, del que era originaria la madre de Felipe Gil.

El Archivo Histórico Nacional de Madrid custodia un documento que contiene las pruebas a fin de vestir el hábito de Caballero de la Orden de Santiago de Felipe Gil de Taboada, dentro de la Unidad de Consejo de Órdenes, del que hemos entresacado importantes informaciones sobre la genealogía, los títulos, las probanzas de nobleza y limpieza de sangre de la familia Gil Taboada y la descripción de los escudos de armas de los pazos de Des y de Barcia, ambos en Lalín.

Felipe Gil Taboada nació en Santiago de Compostela el 12 de septiembre de 1759. Fue alcalde de la Real Casa y Corte y Fiscal Electo del Real Consejo de las Órdenes. Era hermano de Antonio Gil Taboada, procurador síndico general de Santiago en 1791, y de Francisco, José y Vicente Gil Taboada, Caballeros de San Juan de Malta. Felipe Gil Taboada era hijo de Benito Gil y Lemos, I Conde y Señor de Taboada desde el 5 de agosto de 1790, natural de Des, parroquia de Soutolongo, y de María Manuela Gil Teixeiro, condesa de Taboada, nacida en Barcia.

Para interrogar y examinar a los testigos, elegidos entre los vecinos que tenían mayor conocimiento y honor, sobre lo que saben y han oído decir de Felipe Gil de Taboada, pretendiente al hábito de la Orden de Santiago, fueron nombrados y viajaron desde la ciudad de Santiago al lugar y casa de Des, el 16 de mayo de 1808, Juan Busy y Bernardo Vicente Losada, caballero y religioso profesor de la Orden de Santiago. Los testigos elegidos para ser interrogados fueron Cayetano Gil, de 88 años, presbítero, cura párroco de Santa María de Goyáns; José Salgado, de 75 años, dueño de la casa del Pazo y Coto de Sanvicenso, en la feligresía de Santa María de Soutolongo; José Ferreiro y Novoa, de 50 años de edad, natural y vecino de Santiago de Catasós; Matías Pájaro, de 45 años, clérigo tonsurado, natural y vecino de Santa Marina de Zobra; Diego López, de 58 años, vecino de la feligresía de San Pelagio de Lodeiro; Inocencio Taboada, de 80 años, natural y vecino del lugar y feligresía de San Esteban de Barcia; Domingo do Barro, de 79 años, natural y vecino de San Esteban de Barcia; Benito Villar, de 68 años, natural y vecino de Santa María de Soutolongo; Manuel Villar, de 75 años, natural y vecino del lugar de Vilar en la feligresía de Santa María de Soutolongo, y Juan José Mosquera, presbítero, de 58 años, cura párroco de Santa María de Donramiro y natural de San Pedro de Carmoega.

Declaración de testigos

A las preguntas del interrogatorio los testigos respondieron coincidiendo en las respuestas que tenían conocimiento de las personas comprendidas en la genealogía y que conocían y habían tratado a Felipe Gil Taboada, que era alcalde de Casa y Corte de Su Majestad y pretendiente al hábito de Santiago, natural de la ciudad de Santiago. Conocieron a su padre, Benito Gil de Lemos, Conde de Taboada, natural y señor de la casa de Des, feligresía de Soutolongo, vecino de la ciudad de Santiago, y conocieron y trataron a su legitima mujer María Manuela Gil Teixeiro, de quien era hijo legitimo el pretendiente. Conocieron a Felipe Gil Villamarín, abuelo paterno del pretendiente, natural y vecino del lugar de Des; conocieron y trataron a la abuela paterna del pretendiente, María Josefa de Lemos, natural de San Pedro de Vilalle, Obispado de Lugo y después de la muerte de su marido fue vecina de Santiago; no conocieron a Gregorio Gil, abuelo materno del pretendiente, natural del lugar de Barcia, de donde fue también vecino, estuvo legítimamente casado con Mariana Teixeiro, abuela materna del pretendiente, natural de San Martín de Pontomillos, vecinos de Barcia y posteriormente Mariana fue de Santiago. Todo lo saben por haber tratado ambas casas y tener noticias de las ascendencias de ellos.

El pretendiente, sus padres y abuelos paternos y maternos han nacido y han sido tenidos en legítimos matrimonios y como tales procreados, como lo prueban los documentos parroquiales que se hallan en los archivos de Soutolongo y Barcia.

Sus padres, abuelos paternos y maternos y todos sus ascendientes eran tenidos y comúnmente reputados por nobles caballeros hijosdalgos notorios de sangre, según costumbre y fuero de España y no de privilegio, y como tales, estas familias han sido conceptuadas y les pertenecen y poseen el Condado y Señorío de Taboada, el Señorío de Villamarín y otros, sin que jamás hayan pechado ni tributado; en los padrones se hayan entre los hijosdalgos y no entre los pecheros. Ninguno de los referidos por línea recta o transversal tuvo mezcla de judío, moro o converso en ningún grado por remoto que se considere, antes bien los tienen y han tenido por limpios de sangre y cristianos viejos, limpios y libres de toda mala raza y todo esto lo saben por haberlos tratado y haberlo oído decir a hombres noticiosos y de toda verdad.

Felipe Gil, pretendiente, sus padres y abuelos por ambas líneas, con los demás ascendientes no han ejercido ningún oficio vil, vago e indecoroso, que siempre se han mantenido de sus pingües mayorazgos y haciendas con todo el lustre correspondiente a un esclarecido nacimiento.

El pretendiente no tenía impedimento alguno para andar a caballo y tenía un caballo. No tenían noticia de que haya sido retado o desafiado y que de haberlo sido hubiera salido del reto como caballero y buen cristiano. No está infamado de caso grave o feo, ni cargada su opinión entre los caballeros hijosdalgo, sino que han oído decir que la tiene bien sentada entre todos ellos.

Ni el pretendiente, ni sus padres y abuelos paternos y maternos con los demás ascendientes por línea recta o transversal han sido penitenciados ni castigados en ningún tiempo por herejes, cismáticos y sospechosos en la fe por el Tribunal de la Santa Inquisición, ni por otro juez eclesiástico o secular, en iglesia, cadalso, ni otro lugar público o secreto por delito feo o que pueda inducir a infamia; antes bien estas familias han sido siempre tenidas de la mayor limpieza y cristiandad, como todo ello es público y notorio, publica voz y fama.

Otra de las diligencias realizadas por los investigadores en el lugar de Des, fue el reconocimiento de la casa y escudos de Benito Gil de Lemos, conde de Taboada y padre del pretendiente, que realizaron acompañados de Andrés Núñez, prior y cura párroco de la feligresía de Soutolongo; Diego Antonio López y José Ramón Vázquez, presbíteros residentes en el lugar, personas fidedignas y noticiosas.

El escudo de la derecha está coronado de un morrión, se compone de cuatro cuarteles, de los cuales el superior de la derecha contiene tres tablas de alto a bajo y ocho cadenas que las rodean, el inferior una torre o castillo almenado y debajo de ella un pez nadando y de los dos de la izquierda el superior contiene trece tornillos o bezantes y el inferior tres peces encajonados cada uno con separación. El escudo de la izquierda está coronado también de morrión y penacho, como el anterior contiene igualmente cuatro cuarteles, de los cuales el superior de la derecha consiste igualmente en tres tablas de alto a bajo con las mismas ocho cadenas y el inferior una torre o castillo almenado con un león rampante a la derecha y tres estrellas que le superan y el superior de la izquierda es un tablero ajedrezado, bajo el cual hay una figura que parece ser un grillete y el cuartel inferior es una M coronada al parecer de Conde, bajo la cual hay dos serpientes enlazadas por la cola, cuyas armas declararon pertenecer a las familias originarias de esta casa y en la que siempre han vivido.

Terminadas las diligencias en Des, los investigadores se trasladaron a la casa originaria de María Manuel Gil Teixeiro, condesa de Taboada, madre del Pretendiente, en el lugar de Barcia, de donde era natural, para el reconocimiento de ella y de su escudo, acompañados del mismo escribano y sujetos que estuvieron presentes en el anterior reconocimiento. El escudo de armas se halla bastante separado del cuerpo de la casa, sobre un arco que hacía de puerta principal, con su tapia de piedra de mampostería que la rodea por la derecha e izquierda, siendo dicho arco o portada de cantería labrada de fábrica antigua.

Sobre el arco está colocado el escudo de armas, dividido en cinco cuarteles, uno en medio de las cuatro que lo rodean por sus respectivos ángulos y contiene tres flores de lis, dos en la parte superior y una en el centro del inferior y el cuartel del ángulo superior de la derecha contiene cinco tablas colocadas oblicuamente con una flor de lis que los separa. El cuartel inferior a este contiene tres calderas, dos superiores a la otra y dos ruedas de carro.

En cuanto al escudo superior del ángulo izquierdo, consiste en un león rampante con dos estrellas sobre la cabeza y otra sobre las garras y el cuartel inferior al antecedente consiste en un castillo almenado sobre unas ondas de mar con dos conchas a su costado derecho y los expresados cinco cuarteles se hallan coronados de un morrión y penacho.

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