Cinco ovejas muertas y una herida. Es el balance que realiza el propietario de un rebaño que pastaba en una finca, completamente cerrada, de la parroquia estradense de Ouzande, a las puertas del casco urbano de A Estrada.
El propietario, José Manuel Rodríguez, encontró al mediodía de ayer los cuerpos de los animales, calculando que tuvieron que ser atacados durante la noche del martes o la del miércoles. Aunque serán los expertos los que determinen si fue el lobo, un zorro o un perro quien se ensañó con el rebaño de este estradense, el propietario de las ovejas no se atrevía en la tarde de ayer a especular sobre qué cánido podría haber sido el causante de su pérdida. Explicó que las ovejas presentan mordeduras tanto en las patas como en el cuello. Sobre el terreno subrayaba que no habían sido comidas, simplemente mordidas.
El afectado se puso en contacto con Medio Ambiente para que los técnicos se desplazasen hasta esta finca y pudiesen realizar la correspondiente inspección. Esta no es la primera vez que su rebaño es atacado, ya que vivió un episodio similar hace aproximadamente un mes. No obstante, en esta ocasión solo perdió una oveja. De las once que continuaban en la finca, ahora quedan solo seis, si bien no depositó demasiadas esperanzas en la recuperación del animal herido, que retiró del lugar para su cuidado.
Este vecino subrayó ayer la cercanía de este ataque al casco urbano de A Estrada, ya que la finca, aunque perteneciente a la parroquia de Ouzande, está muy próxima a la villa.