Ali es argelino aunque sus 15 años aquí ya le hacen sentirse "mitad español". Vive en la ciudad de las Burgas y este fin de semana se ha animado a desplazarse a Lalín con su puesto de comida, menaje y atuendos árabes caracterizados por la explosión de colores. Al parecer estos productos tienen bastante aceptación en la zona y, sobretodo, entre sus compatriotas lalinenses. Los que se llevan la palma son los dulces árabes hechos a base de canela, sésamo y un lote de esencias. "A la gente les gustan mucho" y quieren probar "de todo", comenta Ali.