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Deza, el destino que tienen pendiente las autocaravanas

Agolada y Vila de Cruces disponen de zonas específicas mientras Lalín estudiará un convenio por Eroski para habilitar un enclave

El área de autocaravanas de Cruces, ayer, sin ningún vehículo aparcado. // Bernabé/Gutier

Tanto desde la web de Santiago Turismo como desde la Asociación Galega de Autocaravanas o el sitio Áreas de Servicio y Parking para Autocaravanas figuran las tres zonas habilitadas para este tipo de vehículos en Deza: dos en Vila de Cruces y una tercera en Agolada. A las tres se suma la de Soutelo de Montes, ya en Forcarei.

Tanto la de Agolada como la del casco urbano de Vila de Cruces y la del área recreativa de A Carixa disponen de sistemas para el vaciado de aguas grises y negras, así como para el suministro de agua y, por supuesto, plazas para estacionar. Los datos que manejan estas webs indican que en Agolada se disponen de cinco plazas junto al campo de la feria, mientras que en las dos de Cruces hay en torno a una treintena de plazas de aparcamiento en cada una. Se marcan, también, unos límites en cuanto a su uso: no se pueden utilizar más de 48 horas y no han de desplegarse mesas, sillas u otros elementos de acampada.

Lo cierto es que el uso de las tres áreas de autocaravanas es desigual y, en cualquier caso, muy por debajo de sus posibilidades, por lo que los gobiernos locales tendrían que echar mano tanto para promocionarlos como, en el caso de A Carixa, para evitar que turismos particulares aparques en las plazas reservadas a este tipo de vehículos. En el caso del área de Agolada, se pretendía que hubiese concentraciones tanto en el Encontro Corazón da Artesanía, que tuvo lugar a principios de julio, como en la Mostra que tendrá lugar la próxima semana. Pero el mal estado en que se encuentra la zona desaconseja cualquier actividad en la misma, pues desde el Concello se admite que los plásticos de separación están rotos y que sería necesario colocar letreros para diferenciar el depósito de las aguas grises del de las negras.

Limpieza

"Teníamos previsto contactar con unos grafiteros para decorar los muros de bloque" y así embellecer la zona, apunta la animadora sociocultural, Inma Galego. Pero lo cierto es que el lugar es frecuentado muy de cuando en cuando, y a pesar de que hace tres años hubo una concentración de caravanistas que repercutió tanto en la vida social del casco urbano como en la caja de restaurantes y demás locales. "En dos ocasiones vinieron un grupo de veinte vehículos, y en otra media docena" que, además de participar en una ruta para la recolección de setas, no quisieron dejar pasar la oportunidad de visitar el enclave más famoso de Agolada, los Pendellos.

El problema radica en que incluso el mantenimiento y limpieza de estos inmuebles a veces no se realiza a diario, asegura Galego, y de ahí que los visitantes se topen con latas de refrescos y otros residuos en los recovecos de lo que es la imagen de aquel esplendoroso pasado ferial. Eso sí, tanto el área de autocaravanas de Agolada como la de Cruces se encuentran muy cerca del casco urbano.

A esta reducida oferta se sumará, en breve, Lalín. El anterior gobierno que encabezaba José Crespo había iniciado los trámites para instalar un depósito para materiales residuales y otro para abastecerse de agua potable en una de las zonas de la explanada del centro comercial Deza. El enclave, como es obvio, también incluía una zona de aparcamiento, pero se da la circunstancia de que el terreno en el que se proyectaban estas dotaciones quedó fuera del proyecto parcial del hipermercado, por lo que no pertenece al Concello, sino a la distribuidora comercial.

Así que, con el cambio de ejecutivo local en la villa lalinense y a la espera de que terminen las vacaciones estivales, se prevé contactar con Eroski para poner en marcha un convenio tanto con esta entidad como con la Asociación Galega de Autocaravanas y ver de qué modo puede materializarse el servicio.

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