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Un hallazgo histórico en el lugar más inesperado

Codeseda Viva encuentra una nueva inscripción, de la que está investigando su origen, en el muro de la iglesia de la parroquia

Realizando las labores de tratamiento de la piedra para poder conocer su origen. // Codeseda.com

Hasta el lugar más recóndito tiene una historia que contar. Porque, al fin y al cabo, lo que uno es o ha de ser viene marcado por las experiencias pasadas. A veces, incluso las medias verdades se convierten en leyendas o, al menos, en narraciones sobre las que recae la duda. Los investigadores, historiadores y etnógrafos trabajan incansablemente para descubrir el pasado que conforma la historia. En A Estrada, no hay mejor ejemplo de ello que la Asociación Codeseda Viva.

El colectivo lleva años esforzándose en recuperar el patrimonio de la parroquia y en mantener viva, haciendo honor a su nombre, la historia del lugar. Desde hace un tiempo han estado buscando en los muros de la iglesia de Codeseda nuevas marcas lapidarias pero, para su sorpresa, se encontraron con un nuevo grabado que ellos definen como ''sencillo pero curioso y único''.

Tras este primer hallazgo continuaron inspeccionando la zona y, fruto de su minuciosa observación, encontraron poco después una marca con unos caracteres que se podían ver con claridad, a pesar de descubrise en un zona en la que, según la asociación, poca gente se fijaría. Este segundo grabado se encontraba sobre ''un gran sillar de piedra de unos 130 cm de largo por 50 cm de ancho''.

Para poder leer la incripción, Jorge Fernández y Carlos da Barreira, miembros del colectivo, tuvieron que limpiar con especial precaución la piedra en la que se encontraban las marcas. Después de adecentarla, comprendieron que los caracteres eran letras que formaban tres líneas bien diferenciadas ''formando frases, delimitadas por una clara línea en el entorno que las contiene''.

Después de este sorprendente descubrimiento en los muros de la iglesia, los dos miembros de Codeseda Viva pensaron, en un primer momento, que esa inscripción podrían corresponder a la denominada ''piedra mariana''. De ella hay registrados testimonios históricos que avalan su existencia pero que no recogen su localización. Este grabado documentaría la entrega de los dominios de la conocida antiguamente como ''Codesseda'' a Munio Pérez Tacón por parte del rey Alfonso VII. Los dos habían sido ordenados Caballeros de la Orden de Santiago en la Catedral en 1124.

Sin embargo, leídos los caracteres que contenía esta nueva piedra hallada, los investigadores concluyeron que no se correspondía con la información que debe contener la ''piedra mariana''. Después de calcar la inscripción y de consultarlo con expertos en la materia, se aproxima que tal grabado está fechado en el siglo XII y que es un mensaje en latín abreviado.

Para determinar qué era la incripción que recoge la piedra, Fran Ameixeiras, experto en Bellas Artes, técnico en Patrimonio y guía del Parque Arqueológico Rupestre de Campo Lameiro (PAAR) realizó una fotogrametría -fotografía en 3D- para poder conocer los límites de la inscripción.

Tras esta prueba, Codeseda Viva continúa con su labor de investigación, contrastando y consultando con expertos el origen de este grabado. A día de hoy se barajan cuales pueden ser las repercusiones de dicha marca sobre la historia de la parroquia o incluso sobre el antiguo monasterio de Augas Santas.Codeseda Viva sabe mejor que nadie que hasta el lugar más recondito, allí donde nadie miraría, puede esconder la respuesta a una pregunta retórica.

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