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Pigmalión dezano y Galatea coruñesa

El músico Xocas Meijide dirige la carrera de la niña prodigio del clarinete, Carla Gómez

Xocas Meijide y Carla Gómez, ayer, en las inmediaciones del auditorio de Lalín. // Bernabé/Gutier

Xocas Meijide es un prestigioso clarinetista de Lalín que, como Pigmalión, lleva un tiempo moldeando la carrera de su Galatea particular, una dicharachera niña coruñesa de 9 años llamada Carla Gómez Iglesias, que desde muy temprana edad no deja de maravillar con su virtuosismo tocando el clarinete. Meijide y Gómez están este fin de semana participando en un curso sobre este instrumento en A Bandeira, una cita en la que el músico lalinense ya es un habitual. "Me traje a Carla conmigo para que siga aprendiendo y, de paso, para que conozca a gente de Lalín", bromea un hombre que cuando habla de su discípula se deshace en elogios. "Ella se lo toma como un juego, pero está a un nivel extraordinario y al alcance de muy pocos", recuerda Xocas Meijide.

Y es que esta joven promesa de la música nacida hace 9 años en el castizo barrio coruñés de Monte Alto no deja de acumular galardones. Carla Gómez consiguió su primer entorchado con sólo siete años de edad en un concurso musical de A Estrada, en lo que fue sólo el inicio de un palmarés envidiable. La precoz clarinetista también se alzó con el triunfo en Ourense antes de viajar a Bari, en Italia, para ser la tercera mejor del certamen. La consagración de la discípula de Xocas Meijide llegó en Praga, donde se alzó con el título de todas las categorías en un concurso donde maravilló a los jueces internacionales que se encargaron de puntuar su actuación. Su concierto de Stamitz -"que no todo el mundo puede tocar con 18 o más años", según indica Meijide- es de un virtuosismo extraordinario y su marchamo de calidad a la hora de competir con intérpretes que incluso le doblan la edad.

La joven intérprete herculina también sorprende por su madurez cuando asegura que "el clarinete es mi vida y tengo claro que quiero ser músico toda mi vida". Carla Gómez es, además, una magnífica estudiante con especial predilección por las matemáticas, disciplina en la que también ha podido conseguir varios premios. La joven reconoce que tocar es algo que se lo toma como un juego, lo que podría explicar su tranquilidad a la hora de enfrentarse tanto al público como a los distintos jurados que la han tenido que calificar. Gómez y Meijide se conocieron en la Escuela de Músicos de A Coruña, donde el lalinense imparte clases. El músico dezano recuerda que desde el primer momento se pudo dar cuenta de la potencialidad de Carla Gómez, y espera seguir transmitiéndole sus conocimientos durante unos años más.

Por su parte, Carla Gómez califica a su maestra como "un profe muy bueno" que le presta toda la atención posible y que le inculca el valor del esfuerzo y del trabajo a la hora de ensayar con su instrumento favorito. Porque lo de Carla y el clarinete fue un amor a primera vista.

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