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La búsqueda de empleo

El perfil del parado en Deza es el de una mujer de 36 a 45 años y con estudios secundarios

Lleva más de dos años sin trabajo y quiere un puesto en el sector comercial - Los contratados con estudios superiores son el 6% del total, frente al 52% de graduados en ESO -La agricultura lidera la lista de afiliaciones

La dependienta de un comercio de Lalín atiende a una clienta. // Bernabé/Gutier

Mientras que el perfil del demandante de empleo en Deza es el de una mujer, con una edad de entre 36 y 45 años y con estudios secundarios, la mayor parte de los contratos se destinan a varones, de entre 26 y 35 años de edad y formados, también, en ESO. Son los datos que ofrece la Consellería de Traballo en sus Fichas Comarcais do Mercado Laboral Galego referidas al año 2014.

Este desequilibrio de género entre la oferta de mano de obra y la demanda que tienen de la misma las empresas se debe sobre todo a la quiebra del sector comercial en Deza, que hasta comienzos de la crisis fue el nicho de empleo más importante para la población femenina. Pero también ocurrió algo similar con la construcción; por eso, en el prototipo del desempleado en Deza, lo más habitual es que su antiguo trabajo estuviese vinculado a actividades de construcción especializada. Y aquí aparece otro enfrentamiento con el mercado laboral, porque el año pasado donde se suscribieron más contratos no fue en este sector, sino en los servicios de comidas y bebidas. Hablando de contratos, el 85,7% de estos pactos laborales son temporales o temporales a tiempo parcial. El 15% restante se reparte entre las contrataciones indefinidas (8,9%); en prácticas (3,4%) o de otra categoría (1,8%).

Si el acceso -o la reincorporación- al mundo laboral es más difícil para las mujeres que para los varones, los vecinos con estudios superiores también son los que más dificultades pasan para firmar un contrato de trabajo. Durante el año pasado se suscribieron, en total, 417 contratos a personas con estudios superiores, que supone tan sólo el 6% de los 6.950 compromisos laborales que se firmaron durante el año pasado en la comarca. En el extremo opuesto se colocan los contratos a graduados en ESO, ya que los 3.681 ejemplos suponen el 52% del total. Los datos de Traballo también indican cierta relevancia de las contrataciones de vecinos que se formaron en el plan educativo anterior a la Logse, de modo que las incorporaciones de personas con BUP o COU suman 1.236 casos, esto es, el 17,7% del global. Con el certificado de escolaridad se contrató a 1584 dezanos (el 22,7%).

Sobra decir que los mejores meses en cuanto a descenso del empleo se concentran entre junio y octubre, coincidiendo con la temporada alta en turismo. La cifra media de contratos por mes, se mantuvo, en este periodo de tiempo, por encima de los 700 pactos laborales. El pico se localiza en julio, con 896 contratos.

El prototipo de desempleado en Deza, además de ser mujer y de mediana edad, lleva más de dos años sin un trabajo y busca un hueco en, sobre todo, el sector del comercio. Por detrás de esta actividad se colocan las demandas como personal de limpieza, empleadas administrativas, asistentas a domicilio o reponedoras de hipermercado. En el caso de los varones, la ocupación más demandada continúa siendo la de albañil, secundada por peones de obras públicas y de construcción de edificios, conductores de camión o de furgoneta.

Frente a las demandas, las afiliaciones a la Seguridad Social. En este caso, predominan la agroganadería (con el 22,3% del total), el comercio al por menor y la construcción. En los tres últimos puestos figura la administración pública, actividades sanitarias y la fabricación de productos metálicos (ésta es solo el 2,7% del total).

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