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Estiman que alcanza actualmente los 400 caballos

El último invierno permite una recuperación en la cabaña de Sabucedo, diezmada en 2014

La dureza de las condiciones meteorológicas del año pasado le restaron más de cien cabezas - Rapa das Bestas observa gran cantidad de potros y manadas que alcanzan los 30 ejemplares - Se plantea comprar más

Bajada de los caballos del monte a la aldea de Sabucedo en 2014. // Bernabé/Javier Lalín

El invierno de 2014 fue especialmente crudo para la cabaña de O Santo. Los caballos que cada año bajan de los montes que circundan la parroquia estradense de Sabucedo para cumplir con la tradición de la Rapa das Bestas experimentaron un elevado índice de mortalidad en unos meses duros, de frecuentes e intensas precipitaciones. Sin embargo, las condiciones del último invierno han sido benévolas con estas manadas, permitiendo a la asociación Rapa das Bestas advertir un significativo repunte.

El presidente del colectivo, Pepe Paz, cifró ayer en alrededor de 400 las cabezas de ganado que actualmente viven libres en los montes de la zona. Afirmó que este invierno ha sido bueno, sin que la asociación haya contabilizado muchas bajas entre los animales de O Santo. Aun así, no dejó de reconocer que el número todavía no es todo lo amplio que le gustaría a Rapa das Bestas, de manera que el colectivo está barajando seriamente la compra de nuevos équidos una vez haya pasado la próxima edición de la fiesta.

Paz indicó que la asociación que preside inició años atrás un trabajo de reorganización de las manadas en los montes, notando que este tipo de gestión comienza a dar sus frutos. Apunta que integrantes de Rapa das Bestas ya empiezan a ver durante sus recorridos por los montes en los que habitan los caballos de la asociación manadas formadas por 30 ejemplares, algo que, inciden, "ya hacía tiempo que no se veía". A esta recuperación sumó el presidente de esta entidad el hecho de que se esté viendo un elevado número de potros. Dijo que en los últimos meses es raro la yegua que no pasta acompañada de un potrillo, siendo "un porcentaje muy elevado" el número de estas cabezas con crías. Muchos de ellos están llamados a bajar a Sabucedo durante el primer fin de semana del próximo mes de julio.

Estos síntomas de recuperación contrastan, y mucho, con la realidad que se encontraron los de Sabucedo el año anterior. Insisten que el de 2014 fue "un invierno muy duro", con tres meses de intensas lluvias. Apuntó Pepe Paz que los ejemplares que pudieron sobrevivir a estas duras condiciones meteorológicas llegaron a perder pelo "de tanta humedad". A la dureza de estas condiciones hay que sumar una consecuencia directa: la escasez del alimento. "Fue tremendo", apuntó Paz, que seguidamente añadió que "murieron más de 100 cabezas, sin ninguna duda". No dejó de asumir que esta situación se notó en la última edición de la Rapa.

Sin embargo, todo hace prever que la próxima cita sea diferente, ya que se aguarda que de aquí en adelante las condiciones meteorológicas contribuyan a afianzar esta recuperación de la cabaña, con un incremento del pasto en los montes y una creciente fortaleza de las manadas para hacer frente a enemigos naturales como el lobo.

Tras cifrar en alrededor de 400 los ejemplares que en estos momentos pueden integrar las manadas de Sabucedo, el presidente de Rapa das Bestas señaló que un número idóneo para la asociación, a fin de que durante la Rapa se pueden bajar más équidos y el curro sea mucho más vistoso, son los 600. En este contexto, se indicó que hace ya muchos años se alcanzaron cifras muy superiores. El récord de población de la cabaña de San Lorenzo se sitúa en torno a las 900 cabezas.

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