Hasta la semana pasada, Manuel Quintáns Queiruga ejerció de secretario municipal del Concello de Silleda. Ocupaba esa plaza desde junio de 2014, y durante estos 11 meses consiguió sacar adelante, entre otras cuestiones, el convenio mediante el que el Concello y la Fundación Semana Verde saldaron sus deudas mutuas. También es su responsabilidad un informe vinculado a la polémica del Castro de Cortegada, y según el que el pleno tenía potestad para reanudar las mejoras del vial de la iglesia después de que pasase un mes sin que Patrimonio se realizase excavaciones en la zona afectada, tras la suspensión de las obras, y porque todas las licencias que se expiden hasta ahora en el municipio se rigen por el antiguo PXOM de 1981, no por el que aún está en trámites para ser aprobado de forma definitiva. Quintáns, por delegación del alcalde, también fue quien negoció con la Xunta la remisión de un proyecto para legalizar las obras realizadas.

Desde anteayer, este funcionario natural de A Pobra continuará en el concello trasdezano, pero como interventor y supliendo así al funcionario que ejercía las funciones de esta plaza de forma accidental. Como el lunes ya tomó posesión María Socorro Cacharro López de la plaza de secretaría, no cabe duda de que Silleda entra ahora en una etapa de estabilidad en cuanto a la plantilla. Hace más de un año, en marzo de 2014, las entonces secretaria e interventora abandonaron Trasdeza al participar en sendos concursos de traslado.