El estradense Javier Fins Seoane entró en la cocina de la mano de su madre. Desde pequeño se movió bien entre fogones, aunque confiesa que no creció sabiendo que quería dedicar su vida al arte de deleitar paladares. Desde hace cinco años dirige las cocinas del Restaurante Faro, del Hotel Talaso Atlántico de Oia. Por esta trayectoria acaba de serle otorgada la Distinción de Cocinero 5 Estrellas de la Orden del Patrimonio Inmaterial Gastronómico Ibérico, una cofradía gastronómica luso-galaica.
El propio chef explicó ayer que esta distinción se enmarca en el reconocimiento que este colectivo brindó al complejo hotelero para el que trabaja. En su caso, se distingue su trayectoria al frente del citado restaurante y su "dedicación a la cocina, en especial la cocina gallega tradicional". "Me lo tomo como un reconocimiento a todo el equipo; al trabajo del día a día", afirmó Fins Seoane.
Comenzó a trabajar a los 17 años y a sus 28 le avala una ya amplia carrera profesional. Comenzó haciendo extras en diversos establecimientos. "Al principio pelas muchas patatas y cortas muchas cebollas", recuerda cuando reconoce que no tenía tan claro desde un principio que la cocina era su territorio. "Después te das cuenta de que esto es lo tuyo", no tarda en añadir. Y es que reconoce que al ir avanzando y evolucionando en la profesión la pasión por los fogones se aviva. "Al final no sabes hacer otra cosa", declara.
Cuando no está al frente de la cocina de este hotel de Oia, este estradense también dedica tiempo a cocinar. Con una hija de dos años, explica que disfruta compartiendo con ella la pasión que ahora siente por su profesión. Aunque logra escapar al dicho popular que asegura que en casa del herrero los cuchillos son de palo, le cuesta escoger un plato al que le guste especialmente dedicar su tiempo. Se queda este hombre de interior con el pescado, tanto en lo que concierte a su trabajo de despiece como a su preparación.
De la carta que elabora en el Restaurante Faro destaca la gran calidad de los productos que sirven de materia prima para cada plato, poniendo el acento en los pescados de la ría y en las siete variedades de arroces que se preparan en estas cocinas.
La cocina está de moda gracias a diversos programas televisivos. Reconoce Javier Fins, como profesional de este ámbito, que siempre es bueno ver como se revaloriza el trabajo al que uno dedica su jornada laboral. "Antes no se valoraba igual", indica, para luego apuntar a que el cocinero de antes es el chef de ahora.
En una entrevista publicada por FARO en 2013 el propio Javier Fins definía su cocina como "una mezcla entre la cocina de autor y la de producto". "Intento respetar siempre el producto. Si en tu plato pone que es un entrecot entiendo que debes comer un entrecot y el mejor posible. Por supuesto con una decoración bonita y aprovechando las nuevas tecnologías y nuevas formas de cocción. Los nuevos avances siempre son buenos pero hay que respetar el producto", sostuvo.
Después de haber trabajado pelando cebollas y patatas en distintos sitios de A Estrada y de pasar por un chiringuito de playa, Javier Fins estudió cocina en Santiago. Hizo las prácticas en un hotel de cinco estrellas de Santiago y ya se quedó todas las Navidades. Trabajó en Toñi Vicente unos meses en pastelería y lo llamaron del Gran Hotel de La Toja. "Se puede decir que esa fue mi segunda escuela. Ahí aprendí realmente como funciona un hotel y le cogí el gustillo a trabajar en este tipo de establecimientos", dijo Fins en la citada entrevista con FARO. Estuvo allí dos años. Empezó como ayudante de cocina y salió como jefe de partida. Pasó también tres años en Los Escudos, donde llegó a segundo jefe de cocina. Y allí lo encontró la oportunidad del Talaso Atlántico.
Este cocinero cinco estrellas es un hombre de equipo. Evidentemente, sobre sus hombros recae la responsabilidad y el peso de dirigir una cocina de este nivel, con todos los quebraderos de cabeza que siempre conlleva un cargo. Sin embargo, en todo momento incide en que detrás de todo reconocimiento y del buen funcionamiento de un restaurante es un equipo el que se atrinchera tras los fogones para sacar cada plato y que sea el cliente el que disfrute.
