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El dulce sabor del invierno

Un lagar de A Estrada trabaja en la creación de una sidra con manzanas recogidas durante la temporada de frío y heladas, que bautizará con el nombre de Sidra de Xeo

Recolectaron las manzanas de invierno estos días.

"La sidra de hielo es una bebida típica en las zonas frías como en Canadá. Allí es una bebida clásica que le llaman ice sider", explicaba ayer el responsable de Lagar de Ribela, Jesús Armenteros. Esta firma estradense trabaja estos días en la recolección de unas manzanas muy especiales para crear una sidra también muy especial. "Se hace con fruta recogida prácticamente en invierno, como hemos hecho nosotros, ya con las heladas. Es un fruto muy denso en azúcar porque se ha deshidratado poco a poco con los fríos del invierno y muy resistente", señaló Armenteros, que confiesa que este nuevo proyecto trata de buscar un poco esa similitud con otros países del norte en esta época del año. Detalla que la manzana que todavía está hoy en el árbol tiene un zumo muy concentrado en azúcar y da una bebida más dulce: "una sidra tipo vino de Oporto", dice. La graduación alcohólica podría ser de hasta 12 grados y se señala como un producto especialmente enfocado para combinar con la degustación de postres.

Es un producto novedoso en A Estrada pero también a nivel autonómico. Armenteros explica que es la primera vez que hace la sidra de hielo de forma oficial y sabe que ya la producen en Asturias o en otros países como Alemania. "Sí sería un producto pionero a nivel autonómico porque en Galicia lo que se hace de sidra es muy poco. Nuestra estrategia como pequeña empresa, dada la libertad que tenemos para hacer lo que queramos porque no nos condicionan las grandes producciones ni las grandes distribuciones, nos permitimos hacer experimentalmente productos novedosos", subraya.

En cuanto a la raza de manzanas que utiliza el lagar estradense para hacer este tipo de bebida, Armenteros se centra en seleccionar la verdosa y la regona. "Vamos a utilizar dos que son las que quedaron precisamente por no estar maduras y que nos impulsó a hacer este tipo de proyecto", dijo. Explica que en estas épocas del año, la manzana no requiere ningún cuidado adicional, ya que, al estar madurada, no existe riesgo bacteriológico o de plagas. Simplemente queda confiar en la generosidad de la climatología invernal, sin vientos muy fuertes o temporales de lluvias que arrasen con todo. Por ello, Armenteros señala que, si la Sidra de Xeo se integra en el mercado, su producción anual quedaría sujeta a las condiciones meteorológicas, pues que la manzana se quede en el árbol durante más tiempo es solo voluntad de la madre naturaleza.

La producción de sidra de hielo con firma estradense también sería limitada, pues el responsable de Lagar de Ribela se muestra cauto a la hora de dedicar grandes porciones de frutales a este tipo de proyecto. "Dejar en una finca mucho producto durante mucho tiempo es arriesgado. Tendremos que ver la evolución de distintas manzanas, dejando diversas variedades para ver el comportamiento que tiene. Y que la climatología invernal no sea demasiado dura".

Durante estos días, el productor se dedicó a recolectar esas manzanas que asomaban entre los árboles desnudos de follaje. Es todavía pronto para estimar costes en inversión, según dice Armenteros, pero es un proyecto lleno de ilusión. "Todo eso hay que valorarlo en cálculo de costos: mano de obra? es complejo establecer un precio. Es un producto bastante caro. Las sidras de hielo que se están vendiendo en Canadá pueden alcanzar los 30 euros una botella de medio litro. Es un producto con mucha mano de obra, muy artesanal y con mucha dedicación que lo que hace es revalorizar el producto a un precio alto".

Reconoce que la idea está aún en sus primeros pasos pero el dueño de la firma Lagar de Ribela tiene claro cuál es la base para un producto de éxito: "lo primero es volcarse en hacer un buen producto y demostrar que se pueden hacer muchas cosas prácticamente desde la nada. Habrá mucho tiempo para madurar y seguir con nuevos proyectos perfeccionando todas estas ideas. Se trata de poner las bases de una sidricultura de calidad en esta comarca. Otros vendrán que seguirán con el relevo, y esperamos que así sea".

En cuanto al nombre, no es fijo que termine bautizándose como Sidra de Xeo, aunque Armenteros está encantado con dicha denominación: "es un nombre muy bonito pero habrá que darle varias vueltas, ver los costes, ver si es un producto que tenga una especial acogida y sobre todo intentar siempre buscar un producto de calidad, hacerlo bien y que salga bien". Asegura que la producción que saldrá de las manzanas recolectadas estos días será muy reducida, alrededor de unos 500 kilos, que es, según el productor estradense, lo que puede salir de una única prensada.

La empresa nació hace unos años y ya destaca por ser una productora que distribuye también en el extranjero, principalmente en Estados Unidos. Sus productos responden a una mezcla de novedad y artesanía. "Tenemos tres productos, el resto son proyectos de inversión y desarrollo. Constantemente estamos haciendo productos nuevos y hoy hay que tener variedad para entrar en los mercados", recuerda.

Su línea empresarial se centra ahora en potenciar su Ribela clásica, la sidra con la que se inició Lagar de Ribela. Es una bebida muy similar a las sidras del norte, de Asturias y País Vasco y ya es el cuarto año que se comercializa. Después, está el botellín Ribela artesana, de 33 centilitros. Armenteros la define como una sidra más dulce que tuvo un buen resultado en su salida al mercado. Y su última incorporación fue Bágoas na Choiva, comercializado desde diciembre. Es una sidra sin carbónicos que tuvo muy buenas ventas, especialmente durante la temporada navideña. El éxito hará que vuelvan a repetir este año.

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