Por un día, el poblado minero de Fontao recuperó el bullicio que tuvo allá por los años 40, durante la Segunda Guerra Mundial. Pero las voces que se oían no eran las de los cientos de mineros que trabajaron antaño en la zona -el documental de Encarna Otero, A luz do negro, calcula que estuvieron vinculadas a las minas de A Brea en torno a 6.000 personas-, sino las de 70 escolares de los colegios de Piloño, Merza, A Bandeira y Oca.
Identificados con chapas, los niños hacían de mineros, panaderos, responsables de la tasca, agentes de la Guardia Civil o incluso del extranjero con acento inglés que compraba el wolframio de estraperlo y agazapado en un rincón del poblado. A cambio, no circuló dinero a raudales, como en los años dorados, sino chapas que después podían cambiarse por un delicioso chocolate caliente con el que combatir la mañana de invierno. Para los niños no se trata solo de un juego, sino que es una forma muy atractiva de aprender la historia reciente de la comarca y que, seguro que muchos de ellos, ya han escuchado más de una vez de boca de sus abuelos.
Es el segundo año que la asociación Minas da Brea organiza esta actividad didáctica, que hoy espera a otros 70 niños del colegio de Silleda. Esta iniciativa forma parte de la Semana Cultural de Fontao, que también tiene un apartado para los mayores. Hoy y mañana, a partir de las 20.30 horas, tendrán lugar recitales de poesía y proyecciones de documentales sobre el pasado de A Brea. El sábado será la romería a Santa Bárbara. Los que deseen participar en la comida han de apuntarse en el teléfono 669 848 437. La guinda para coronar tan delicioso pastel de recreación histórica no depende del colectivo vecinal, sino de las administraciones. El Concello sigue buscando respaldo económico para abrir el Museo da Minería, inaugurado en 2012.
