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Más perdiz que conejo

Los cazadores "de pelo" confían en que las próximas jornadas traigan mejores resultados

Un cazador apunta a una pieza, en montes de Lalín. // Bernabé/Gutier

El resultado de las repoblaciones de conejo suele verse al año siguiente de realizar la siembra, según apunta Ramiro Aller, el guarda de campo del Tecor Río Ulla, repartido entre el municipio de A Estrada y el de Cuntis. Durante ese tiempo, los animales tienen que ganarse la supervivencia en un medio en el que conviven con otros ejemplares afectados por la hemorragia vírica o la mixomatosis, además de tener que hacer frente al jabalí, ese gran depredador que lo mismo se come los gazapos que los huevos de los nidos de la perdiz. Las intensas batidas del año pasado y del presente contra el cerdo salvaje -solo en el Tecor Río Umia, de Forcarei, se mataron 175 el año pasado- permiten vislumbrar una cierta recuperación de la perdiz, pero no así del conejo.

Anteayer, en la apertura de la temporada de caza menor, en general los deportistas vieron piezas, pero no todos volvieron con alguna a casa. Así lo constata el presidente de la sociedad cinegética de Silleda, Jesús Caramés, pues "de las ocho cuadrillas con que contacté, todas encontraron caza". Pero los perros se desorientaron con el calor y la brisa del Sur, y no todos consiguieron el cupo de dos conejos ó una perdiz por cazador y día. Así es que en algunos puntos, como el Tecor Río Grande (entre Agolada y Vila de Cruces), los cazadores decidieron pasarse al zorro conforme iba avanzando la mañana. La Xunta autorizó batidas de esta especie desde el 17 de agosto hasta el pasado sábado, y volverá a abrirlas desde el 7 de enero al 8 de febrero, pero se puede cazar durante la temporada de caza menor, hasta el próximo 6 de enero. En este tecor dezano "tampoco se ve tanto corzo como en temporadas anteriores", apunta el presidente, Celestino Rodríguez. Su repoblación de conejo no tuvo éxito, y todo apunta a que si estos malos resultados acaban por extenderse a los demás cotos de Deza y Tabeirós-Montes, habrá que replantearse cómo mejorar la situación.

Así lo han hecho desde el Tecor Farelo, de Agolada, donde no se repobló este año a cambio de participar en una campaña de vacunación de todos los ejemplares, en colaboración con la Xunta. Desde el ya mencionado Tecor Río Umia, José González Picón recalca que "el conejo tiene que ir arriba por sí solo, la repoblación no es una solución mientras se utilice solo como negocio", recalca, a la vez que vaticina que "las previsiones no son muy buenas". Aún así, el sentir general de las sociedades de las comarcas pasa por que las siguientes jornadas sean mejores tanto en el avistamiento de piezas como en la presa de las mismas. Y es que ayer los directivos de los tecores se hacían eco de las serias diferencias que detectan entre zonas de un mismo coto. El secretario de la sociedad de Dozón, José Manuel Cibeira, es tajante. "Siempre ocurre lo mismo el primer día de temporada, se ven menos piezas".

La propia Federación Galega de Caza se hace eco en su página web de un inicio de temporada "irregular", en el que la pérdida del hábitat natural de las especies de caza menor va a ser un lastre "difícil de superar". Incide en los efectos de la vírica del conejo y confía en que Pontevedra, que sigue siendo la provincia con mayor población de esta especie, mantenga unos resultados similares a los del año pasado. La perdiz y el faisán también dependen del resultado de las repoblaciones y, al parecer, a nivel autonómico se constata un ligero repunte de la liebre. En cuanto al ya mencionado zorro, resulta que hay un repunte del censo en toda la geografía gallega, de ahí que se convierta, no solo en Deza y Tabeirós, en el plan B para los cazadores. Se recupera, también, la población de becacina.

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