El gobierno de Vila de Cruces inauguraba hace hoy un año su punto limpio, en el polígono agroforestal de Cumeiro. Esta prestación se puso en marcha para recortar la multa que paga a Sogama por la presencia de impropios en los contenedores y, también, para intentar minimizar la presencia de vertederos incontrolados. El teniente de alcalde cruceño, Manuel Souto, confirma que sí se han reducido estos basureros. Pero eliminarlos del todo es casi imposible, al igual que ocurre en otros municipios vecinos, como Rodeiro.

Se trata, sobre todo, de concienciación, porque una persona atiende el punto limpio todos los viernes, de 9.00 a 13.00 horas. Pero es que además, fuera de ese horario, basta una llamada al consistorio para que un funcionario se desplace al complejo y permita depositar en los contenedores específicos el residuo que se deje entregar. Souto señala que, además, se realiza una recogida a domicilio.

El punto limpio de Cruces es, en la práctica, la única actividad que hay en el parque agroforestal, a la espera de que abra a corto plazo la sala de sacrificio del Centro de Interpretación do Galo de Curral. Por eso, de vez en cuando e igual que pasa en el de Rodeiro, aparecen materiales a las puertas del mismo. En los últimos meses también se detectó la falta de determinados residuos, como aparatos electrónicos y otros enseres. "Por eso tuvimos que colocar cámaras de videovigilancia", explica Souto. El concejal recuerda a los vecinos que desde el concello se recogen de forma periódica y por todas las parroquias los plásticos de silo, ya que éstos no deben entregarse en el punto limpio. Vila de Cruces construyó este servicio al amparo de una subvención de casi 268.000 euros del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). De este modo, Agolada y Dozón son los únicos concellos que carecen de una prestación imprescindible si se desea cuidar el medio ambiente.