Una senda peatonal se encargará de elevar la seguridad vial en la carretera que une Liñares con Valboa, una infraestructura que está siendo sometida a una actuación de reforma encaminada a incrementar el ancho de su plataforma, mejorar su firme y equiparla con aceras en diversos tramos. El alcalde de A Estrada, José López, se trasladó hasta la zona para comprobar el avance de los trabajos e informó de que finalmente se consiguió incorporar al proyecto original la construcción de esta senda reservada al tránsito peatonal, que se encargará de comunicar las parroquias de Berres y Riobó, uniendo los tramos de acera que con la obra de remodelación de la carretera se construyen en ambos enclaves del rural estradense.

El munícipe destacó que se trata de un trayecto que mucha gente hace caminando. La senda en cuestión se prolongará por espacio aproximado de un kilómetro, alcanzando un ancho de 1,70 metros. Unirá la acera de Vila do Sol hasta A Mouteira. En cuanto al tratamiento que se aplicará al firme, se optó por un aglomerado, para evitar que crezca maleza y que se deteriore, como hacen otros materiales alternativos, en caso de condiciones climatológicas adversas. Se dotará primeramente de una capa de regularización en aglomerado y, seguidamente, otra de rodadura. A esta última se le aplicará un resalte para impedir que los coches la invadan.

La idea es comenzar con la construcción de esta senda a mediados del próximo mes de septiembre. Y es que las previsiones del ayuntamiento pasan por que a mediados de octubre pueda darse por concluida la totalidad de la obra que afecta al vial Liñares-Valboa. A la hora de hablar de plazos, el regidor local se refirió también a que previsiblemente a mediados del próximo mes pueda contarse ya con el proyecto para la que será la segunda fase de esta reforma, la misma que está llamada a salvar las pronunciadas curvas de Riobó y cruzar el río para continuar hacia Oca.

Todavía dentro de la primera etapa, en la jornada de ayer los trabajos continuaban con el hormigonado de aceras, en este caso a la altura de la parroquia de Moreira. El munícipe explicó que, gracias a la colaboración mostrada por los propietarios, se consiguió solventar alguna cuestión pendiente en Riobó para completar estas infraestructuras y finalmente se retranquearán algunos cierres y se continuará con las aceras hasta el final de la zona denominada Vila do Sol. Por tanto, queda pendiente la colocación del bordillo en este tramo final y en A Mouteira, junto al campo de la fiesta de Berres.

A Mouteira, Vila do Sol, A Mota, Riobó y Moreira tendrán, de este modo, nuevas aceras al pie de un vial que ha ganado anchura. La obra de mejora en esta infraestructura se concibió inicialmente en dos tramos. El primero de ellos tiene una extensión de 7,5 kilómetros, discurriendo desde Liñares hasta el cruce con la carretera que conduce a Remesar, justo antes de las curvas de Riobó. En este trayecto la plataforma se eleva a los nueve metros de ancho, a razón de siete para los carriles y un metro de arcén a cada lado. Estas dimensiones suponen un cambio importante, teniendo en cuenta que su ancho era de seis metros escasos.

Aunque inicialmente se esperaba que el segundo tramo -desde el final del primero hasta Oca- conservase el ancho actual y mejorase simplemente su firme, Diputación y Concello optaron por una actuación más ambiciosa y están estudiando mejorar sus condiciones, lo que implica la necesidad de ensanchar el puente. También se programa enderezar el trazado allí donde sea posible.

Aunque todavía es pronto para hablar de cifras, se espera que el presupuesto para esta segunda fase supere los 600.000 euros. Las estimaciones iniciales sitúan el coste entre esta cantidad y 700.000.

El propio presidente de la Diputación, Rafael Louzán, se reconoció consciente recientemente de que existe una "deuda histórica" con A Estrada en materia de infraestructuras y que ello llevó a la institución a realizar en esta legislatura "un esfuerzo muy grande" para mejorar el trazado y la seguridad vial en este transitado vial. Aunque inicialmente la intención de la institución era licitar de manera inminente esta segunda fase, hace poco se admitió que el proyecto se está demorando más de lo previsto porque los técnicos están estudiando qué tipo de losa es el más adecuada para acometer la ampliación del hoy estrecho puente de Riobó.

La apuesta por mejorar esta carretera atiende a la necesidad de mejora de una infraestructura de comunicación que, como se apuntó desde la administración local, soporta una importante intensidad diaria de tráfico al conectar una de las zonas más pobladas del término municipal estradense.