El otorrino Gumersindo Espiña Campos será homenajeado por la Asociación Amigos de Terra de Montes en una gala que se celebrará el próximo 2 de agosto en Soutelo de Montes. El doctor, de origen forcaricense, vivió y desarrolló su profesión en Vigo pero asegura que mantiene un fuerte vínculo con su lugar de nacimiento. A día de hoy todavía le gusta disfrutar de su casa en A Ponte.

-¿Qué le parece ser uno de los homenajeados por la Asociación Amigos de Terra de Montes este año?

-(Risas) Pues me parece muy bien, obviamente.

-¿Qué méritos cree que tiene para ser uno de los premiados?

-Imagino que se debe a mi trabajo como médico aquí en Vigo. Yo nací en Forcarei, en el lugar de A Ponte, aunque me crié aquí en Vigo y todo mi trabajo profesional se desarrolló en esta ciudad. El año pasado me nombraron vigués distinguido en la Fiesta de la Reconquista y me imagino que eso tendría algo que ver. Pero supongo que se debe a mi trabajo como médico, exclusivamente.

-¿Cuántos años lleva usted en Vigo?

-Pues desde los tres años que vine de Forcarei? toda mi vida, quitando los años que estuve de estudiante en Santiago.

-Así que guardará muy poquitos recuerdos de su aldea natal?

-No, no. Tengo muchos porque yo siempre he estado vinculado a Forcarei. Todavía a día de hoy conservo una casa en A Ponte y, desde pequeño, los veranos los pasé allí y sigo muy vinculado a todo aquello. De hecho, cuando nació la Asociación de Amigos de Terra de Montes uno de los impulsores fui yo. Esto nació hace bastantes años precisamente por mi vinculación a esa zona. Habíamos celebrado una comida de los universitarios de Terra de Montes y, a raíz de aquello, decidimos repetir aquella cita cada año. Luego, el título de la reunión nos pareció un poco excluyente de una serie de gente que por méritos propios tenía todo el derecho a participar en esto. E incluso en su día fui vicepresidente de este colectivo.

-¿Se planteó regresar e instalarse aquí en Forcarei?

-Yo voy por temporadas. Voy y vengo pero quedarme allí a vivir no. Vivir en Forcarei todo el año no me apetece. Hace mucho frío durante el invierno. Pero pasar temporadas me gusta mucho.

-¿Qué diría que echa de menos en este municipio?

-Yo diría que ahora mismo el pueblo está en una situación un tanto precaria porque hay poca gente. Luego, buena parte de las personas que yo conocía fue desapareciendo y eso desanima un poco.

-¿Qué cree que necesita Forcarei para que no pierda más población?

-Necesita vida. Se ha hecho algo pero no es suficiente. Así, la gente joven no tiene mucha expectativa de trabajo. Forcarei por ejemplo no es muy bueno para la agricultura. En su día yo había hecho algún trabajo pensando en la posibilidad de realizar algo más, de orientar un poco el cultivo hacia cosas que se dan bien en Forcarei pero es muy complicado. Y mientras no haya algo que tire por la gente para que se quede, no hay nada que hacer.

-Pero usted constata que sí es posible buscar una alternativa para evitar ese desangre demográfico, ¿no?

-Sí, siempre hay algo que se pueda hacer. Pero hace falta que se impliquen muchas personas para tirar del carro y eso no siempre es fácil de conseguir.

-De todas formas, en este municipio no habría mucho problema para que los vecinos se reúnan. Decía que hay poca población?

-No llegan a 5.000 habitantes. Yo recuerdo al difunto alcalde, David Raposeiras, que era un buen amigo mío, que me decía seguido que me empadronase en Forcarei porque no llegaban a esa cifra. Faltaban 45 ciudadanos o así para alcanzar los 5.000 y, con esa cantidad, el municipio ya podría optar a más ayudas de la Diputación que no recibía al tener menos población. Y al final no se consiguió llegar.

-¿Qué atractivos ve que este ayuntamiento de Terra de Montes puede potenciar para darse visibilidad?

-El pueblo tiene algunos atractivos como es la gastronomía, muy reconocida en la zona. Tiene la caza, aunque ahora esto también está precario. Hay actividades lúdicas? En su día, yo me puse en contacto con alguna gente de la Federación Española de Motociclismo, porque intentamos crear en el alto de A Ermita un circuito. De hecho, al final lo consiguieron y lo construyeron en A Madalena. Eso sería lo que habría que potenciar para que la gente conozca el municipio. Luego, se podrían instalar alrededor del circuito cosas atrayentes para el público: actividades de ocio en general, como por ejemplo el senderismo. Habría que orientarlo hacia el turismo de interior.

-La próxima vez que visite Forcarei será el próximo sábado para recibir el reconocimiento de sus compañeros de Terra de Montes, ¿no?

-(Risas) Sí, lo que pasa es que me avisaron con poco tiempo de antelación y ya tenía otro compromiso ese día. Así que iré a la gala pero no podré quedarme a la comida que se celebra después, y a la que yo, tradicionalmente, asistía todos los años? Qué le vamos a hacer. Otra vez será.