| A pesar de que en Lalín está en vigor una ordenanza que obliga a recoger las heces de los perros en zonas verdes y áreas de esparcimiento infantil, en algunas calles del casco urbano todavía se ven estampas como la de la foto, que obligan a otros vecinos y a sus mascotas -que sí se atienen a la ley- a ir sorteando heces mientras dan un paseo. Un mal ejemplo que se suma a la continua aparición, en las últimas semanas, de cachorros abandonados en contenedores.