Con el remate el viernes del curso escolar los pupilos se despiden de las clases hasta septiembre pero para algunas familias de la zona la falta de comedor escolar puede acarrear dificultades en el sustento de los benjamines. Para hacer frente a esta situación los concellos de las comarcas intervienen mediante los departamentos de Servicios Sociales, algunos, como es el caso de Lalín o Silleda, incluyen programas de refuerzo para paliar las carencias.

La capital dezana pondrá en marcha el martes un programa de sustento alimenticio a menores en riesgo de vulnerabilidad mediante un sistema de reparto a domicilio de menús diarios. Se trata de un programa que cuenta con la colaboración de la residencia Nosa Señora Das Dores y el centro Geriatros que se encargarán de elaborar los menús. Los profesionales del Servizo de Axuda no Fogar serán los responsables del reparto a domicilio de los alimentos.

Desde la concejalía de Benestar inciden en la necesidad de que este servicio garantice el derecho a la intimidad de las familias, para que los menores no resulten perjudicados. "Se trata de cubrir las necesidades de alimento de estos niños en la época estival combinándolo con el respecto al derecho a la intimidad de los menores y sus familias", aclara Paz Pérez, concejala de Benestar e Emigración. La iniciativa se llevará a cabo durante todos los meses de verano hasta el comienzo del nuevo curso escolar.

El programa se plantea como alternativa a la posibilidad de mantener abiertos los comedores durante la época estival. La propuesta se encuadra en las líneas de actuación defendidas en el Parlamento gallego por el diputado lalinense Román Rodríguez en los días pasados, quien abogaba ya por preservar la intimidad de las familias con medidas más discretas que la apertura de los comedores escolares frente la proposición no de ley presentada por el grupo Alternativa Galega de Esquerda.

Así, con esta propuesta Lalín prescinde de la apertura de los centros escolares públicos, una posibilidad que la propia Xunta deja abierta en función de las necesidades específicas detectadas. Mientras, el resto de colegios de la zona tampoco recurrirá a la apertura de los comedores escolares al carecer de peticiones específicas por parte del alumnado en situaciones precarias. Los centros desestiman mantener abiertos los comedores al combinar con los servicios sociales la atención a estas familias. "A principio de curso se evalúan las necesidades de las familias con dificultades en un trabajo conjunto con los servicios sociales y durante el curso, si surgen nuevas necesidades, también se tratan pero siempre combinando con los organismos municipales" apuntan desde la dirección del CEIP Xesús Golmar. Lo mismo aclaran desde el resto de los centros educativos, que, además, ratifican carecer de peticiones específicas con motivo del remate del curso.

La detección de necesidades alimenticias en los menores puede incluso resultar difícil desde los centros educativos, tal y como apuntan responsables de los colegios de la zona. "Resulta más complicado detectar carencias alimenticias, ya que no es algo que las familias soliciten en el centro. Los docentes podemos percibir otro tipo de necesidades pero esas pueden pasar más desapercibidas, salvo en casos graves", afirman desde la dirección del CEIP de Silleda.

Tampoco Rodeiro o Vila de Cruces han registrado peticiones para mantener los colegios abiertos durante la temporada estival. "Desde los centros no nos han trasmitido nuevas necesidades que las que ya atendemos desde los servicios municipales", señala Beatriz Iglesias, concejala de Benestar en Vila de Cruces. "En esta época, familias que en otros momentos sufren mayores dificultades cuentan con los aportes de las huertas por lo que tampoco hemos constatado mayores necesidades", sentencia Iglesias.