Al cumplir la mayoría de edad, la Escola de Gaitas de Barbude quiso tener ayer un bonito detalle con quien durante estos 18 años ha sido su alma mater: José Manuel Porto. Le agasajó con un busto de piedra elaborado por un alumno. Emocionado, Porto agradeció el obsequio mientras que su mujer recibía recibía un ramo de flores.

Barbude reconocía así la ingente y callada labor de Porto en favor de la música en Barbude. La Escola de Gaitas inició su andadura en 1996 con 4 alumnos, terminó ese curso con 40 y hoy suma 80 incondicionales. La Banda de Gaitas nacería en marzo de 1998, recogiendo los frutos del trabajo de la escuela y con el apoyo del Plan Cultural de la Diputación. Porto asumió desde entonces su dirección. Hace un par de años, a las secciones de gaita y percusión se sumó la de acordeón. Fue un paso más para una agrupación que no deja de innovar y de demostrar, año tras año, su ingente amor a la música.

Pero este también está presente en muchos otros colectivos del municipio estradense. Así ocurre en la Asociación Cultural Tamparrantán, que debido a las inclemencias atmosféricas ayer celebró su festival Trembadoiro en la Fundación de Exposicións e Congresos y no en la Carballeira de San Bartolomeu de San Xiao como estaba previsto. Además de Tamparrantán, en el cartel figuraban Fonte Boa de Esposende (Portugal), Coto da Nai de Aríns y el Grupo de Danzas Amor Ruibal de Barro.

Ya en Ouzande, la Asociación Cultural A Fervenza despidió ayer el curso con una celebración en la que la música y el baile se convirtieron en protagonistas. Para mañana el colectivo ha diseñado la celebración del "lumeiro", con chorizos a la brasa, el "home do saco" que irá a parar al fuego, "auga de flores"·, música y, sobre todo, mucha fiesta.